Si algo dejó el operativo que las autoridades de Cuautla realizaron la semana pasada para retirar estructuras y mercancías de las calles del Centro Histórico, fue la ausencia de la emblemática figura que daba la bienvenida al gimnasio "Constantino", uno de los más antiguos de la ciudad, a quienes los cuautlenses han apodado "El Mamado".
Su nombre en realidad es "Constantín". Por lo menos, así es como Constantino Méndez, propietario del gimnasio y de la figura, lo llama desde que lo trajo a Cuautla hace casi cuatro décadas, después de haberlo comprado en un concurso de culturismo realizado en la Ciudad de México.
Su origen fue cuando iniciamos el gimnasio y queríamos conquistar el mundo: vi un muñequito en un evento nacional, hecho por un mexicano, era el único muñequito que estaba ahí y nadie le hacía caso; era novedoso y caro, así que me acerqué, me gustó y empeñé todo lo que tenía para traérmelo de México
Hecho con fibra de vidrio, Constantín “El Mamado” ha sobrevivido a cuatro décadas de calor, lluvias y ventarrones en la calle Valerio Trujano, donde ha protagonizado fotos y selfies al lado de quienes lo han convertido en patrimonio de la ciudad. También había sobrevivido admirablemente a decenas de operativos diseñados para retirar los objetos que obstruyen el paso de los peatones, excepto este último, que lo hizo terminar en las oficinas de la Dirección de Industria y Comercio del Ayuntamiento.
Cometí el error de ponerlo tras aquel coche, en la calle
Un par de días después de verlo partir en la camioneta de Industria y Comercio, en medio de otras estructuras metálicas y letreros de no estacionarse, tras horas continuas de recibir decenas de memes en su celular, todos dedicados a la ausencia de Constantín el mamado, Méndez se armó finalmente de valor y decidió ir por él para traerlo de vuelta.
Ahora está en casa, descansando en vacaciones, pero ya este lunes regresa a trabajar
Esta vez, sin embargo, tendrá que situar a su edecán a un lugar donde no le corte el camino a nadie.