Durante las festividades de Día de Muertos, que inician este 28 de octubre, los habitantes de la comunidad de Amilcingo, en Temoac, conservarán la forma en que año con año recuerdan a sus difuntos como parte de esta tradición mexicana: colocando ofrendas en sus hogares y visitando el panteón durante la tarde y noche.
De acuerdo con Jorge Velázquez Escalvazeta, habitante de la comunidad y representante del movimiento “Amilcingo en resistencia”, la única solicitud que se le ha hecho a los habitantes de esta localidad, regida por usos y costumbres, es que acudan al panteón con cubrebocas y que usen gel antibacterial, con el propósito de evitar posibles contagios de Covid-19.
“Nuestra tradición es ir a velar a nuestros difuntos en las noches y hasta la madrugada”, explica Velázquez.
Durante la contingencia sanitaria, los habitantes de Amilcingo han diseñado su propia estrategia de prevención de la enfermedad, a través de jornadas de limpieza pero sin apoyo gubernamental. En septiembre, los habitantes realizaron la ceremonia del Grito de Independencia de manera presencial.
Desde que fuera asesinado, en febrero de 2019, Samir Flores Soberanes es recordado durante estas fechas con una ofrenda que es colocada con apoyo de toda la comunidad, específicamente el 28 de octubre, que es cuando se recuerda a las personas que fallecieron de forma violenta. En esta ocasión, la ofrenda comunitaria será montada en la ayudantía municipal.
“Se va a empezar a colocar a las diez de la mañana, y vamos a cuidarla del mediodía hasta la noche. Al día siguiente, al mediodía, iremos en procesión hacia el panteón”, cuenta Jorge Velázquez, quien fuera amigo cercano del activista.
A casi dos años de la muerte de Samir, Velázquez Escalvazeta insistió en la exigencia hecha a la Fiscalía General del Estado de presentar resultados en torno a la investigación del homicidio de uno de los principales opositores a la termoeléctrica.