En medio siglo, el municipio de Zacualpan de Amilpas pasó de una a 12 comparsas de mojigangas, disfraces de cartonería que desfilan en las calles el último domingo de cada septiembre, cuando tiene lugar La Mojiganga, una fiesta tradicional y colorida que se realiza en honor a las fiestas patronales de la Virgen del Rosario.
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De acuerdo con Tony Anzures, promotor cultural de esta localidad cercana al Popocatépetl, la constante aparición de nuevas comparsas da cuenta del interés artístico de la población y plantea la necesidad de descentralizar los servicios que ofrecen las instancias de gobierno para la comunidad artística de Morelos: “La verdad es que es muy grato ver cómo la gente está interesada”.
Anzures reconoció la aportación del grupo Arte Sustentable A.C., el primero en realizar talleres de cartonería. Fue a través de estos talleres que los alumnos fueron creando sus propias comparsas, ya fuera con amigos o dentro de sus familias.
“Hoy cada comparsa genera talleres para jóvenes y eso hace que se genere interés para salir. Queremos que sean muchas más, que prevalezcan, porque no solo son grupos de amigos, sino también familias, y eso lo hace muy padre”.
La cartonería como sustento
Gracias a la profesionalización de la cartonería en Zacualpan de Amipas, Arte Sustentable A.C. cuenta actualmente con talleres capaces de recibir residencias artísticas de estudiantes de otras partes del mundo, por lo que hoy es común que jóvenes de Alemania, España y Francia, principalmente, visiten el municipio como parte de su formación académica:
“Ellos reciben residencias artísticas con gente de Alemania, España, de Francia y vienen a Zacualpan a desarrollar eventos artísticos para llevarlos a las escuelas”, dijo Anzures.
Otros artesanos han encontrado en la cartonería una forma de sustento. Si bien el promotor cultural reconoce que todavía son pocos, confía en que, con el paso del tiempo la cartonería se convierta en una de las principales actividades comerciales de la región:
“Hay artesanos que empiezan a vivir completamente de esto, de hilar y generar trabajos para particulares. Todavía falta lograr que la cartonería les permita a todos los artesanos convertirla en su principal actividad económica, pero vamos para allá”, dijo.