A casi tres meses de la inauguración del mercado municipal de Tepoztlán, la plaza cívica, el espacio que en el que históricamente se habían ubicado las comerciantes del pueblo mágico, sigue siendo el espacio de trabajo de decenas de vendedoras que se han negado a trasladarse a los locales habilitados en el nuevo complejo. De acuerdo con las vendedoras, la reubicación no se realizó de forma justa.
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"No fueron justos. Hay gente que lleva mucho tiempo vendiendo, hasta 70 años, y no les dieron su espacio, y gente que lleva menos a la que sí", dijo Alejandra, de Quesadillas Ale, un establecimiento dedicado a la venta de sopes e itacates desde hace más de 26 años.
El nuevo mercado, una obra de más de 134 millones de pesos, inaugurada el 28 de agosto por autoridades federales, estatales y municipales, no ha logrado su objetivo de reubicar a los comerciantes del centro. La construcción de tres plantas, que cuenta con 195 locales y una terraza con vistas a la Sierra Chichinautzin y al Tepozteco, mantiene espacios vacíos, mientras que las vendedoras continúan en la plaza cívica.
Tras casi 70 años de comercio en este lugar, hay quienes se resisten al cambio, argumentando que el edificio no satisface sus necesidades. Entre las principales quejas destaca la falta de ventilación adecuada en la primera planta, especialmente para quienes comercializan frutas y verduras, a pesar de que la obra pretendía brindarles un espacio seguro y ordenado.