El club rotario de Atlatlahucan Lomas de Cocoyoc realizará la segunda edición del programa “Enchúlame la Silla”, por vez primera en Cuautla, después de que en 2019 organizarán una primera edición en Atlatlahucan.
El club lanzó una convocatoria para invitar a la gente con movilidad reducida que tienen su silla descompuesta o carente de mantenimiento, para que disfruten el beneficio de este programa.
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“Contaremos con el apoyo del presidente municipal entrante Jesús Corona Damián, quien nos facilitará las instalaciones para llevar a cabo esta actividad, la cual también se trabajará directamente con el DIF Municipal con el objetivo de invitar a más personas a que acudan a reparar su silla”, informó Judith Espinosa García la presidenta del club Rotario de Atlatlahucan.
Esperan reparar al menos 50 sillas de ruedas, las cuales presenten problemas en sus llantas, tapicería, frenos o cualquier problema que obstruya su correcto funcionamiento, e incluso si sólo requieren pintura.
Por el momento hay 15 personas inscritas, en estos momentos están en busca de patrocinadores para costear los viáticos del grupo de técnicos, los cuales son 13 los que están en la capital de Morelos y 5 en la Ciudad de México.
La historia de 'Enchúlame la silla"
Magdalena Esperanza Solano Hernández es la directora de Autonomía y Libertad de Movimiento, una Asociación Civil que quién encabeza el programa de Enchúlame la Silla, la cual tiene su sede en Cuernavaca y lleva esta actividad a diferentes partes del país a través de los diferentes grupos de rotarios.
“El programa nace de la inquietud porque los rotarios donaban sillas y nosotros reparábamos sillas; es como decidimos unir esfuerzos para poder llevar la reparación a la gente que lo requiere”, explicó.
Dio a conocer que para su aplicación se tuvo que llevar a cabo la conformación de un grupo de especialistas, todos ellos en silla de ruedas que de esta manera se ganan la vida.
“Conformamos un equipo de personas sobre sillas de ruedas que reparan las sillas de ruedas; este equipo se fue profesionalizando gracias a los conocimientos y la experiencia de la gente que fuimos contactando como mecánicos, ingenieros, pintores, hojalateros y personas también en el área de administración y coaching; se unieron esfuerzos para ir profesionalizando y formando al equipo. En este momento tengo un equipo de 13 personas aquí en Cuernavaca y otro de 5 en la Ciudad de México”.
Agregó: “En nuestro trabajos en red, Caritas Foundation es quien nos ha apoyado durante todo el camino con las piezas para poder hacer la reparación. Con la unión con los rotarios conseguimos los primeros remolques para continuar trabajando; los rotarios de Estados Unidos también apoyan con el recurso para las piezas y con un rotarios locales lo que hacemos es estrechar vínculos con ellos y los medios de gobierno para unir esfuerzos y llevar el programa a una localidad donde en un día se reparan hasta 25 sillas”.
Por último, informó que para tener el apoyo de reparación que tiene un muy bajo costo que va desde los 50 a los 500 pesos, los cuales a veces son absorbidos por el club rotario, se deben cumplir con ciertos requisitos.
“La silla debe de estar en uso, no debe de estar rota u oxidada porque el proyecto lo que busca es que la persona o el usuario continúe rodando en su silla de ruedas, además de permitir la integración a lo que es la dinámica y a la vida cotidiana de nuestra sociedad; la verdad es que ha sido un proyecto que ha hecho eco gracias al esfuerzo de muchos y estamos muy contentos de poder compartir estas acciones con los rotarios”, concluyó.