Cientos de mujeres morelenses salieron a las calles este 2021 entre gritos de protesta para exigir un alto a la reiterada violencia de la que han sido víctimas de manera histórica, para Alicia Arines Santamaría tener más de 40 años en el activismo le ha dado las bases para asegurar que las mujeres padecen una violencia sistemática en casi todos los ámbitos de vida diaria, si no es que en todos.
“Al paso de los años y al trabajar con diferentes países me pudo percatar que las mujeres padecemos mayores problemáticas porque desde la casa se tienen problemas de violencia, en la iglesia se tienen problemas de violencia, en la sociedad hay muchos problemas de violencia y las diferentes autoridades y dependencias muy poco hacen caso de esta problemática”.
La activista originaria del estado de Guerrero inició en la defensa de los derechos de las mujeres por la misma religión católica, específicamente al formar parte de las comunidades eclesiales de base en el 81; si bien no ejercía de cerca ninguna religión, fue a través de este modelo que se comenzó a capacitar en diferentes temas desde el estudio de la biblia, el análisis de la realidad, eclesiología, cristología, entre otros.
Las comunidades eclesiales de base formaron parte, refirió, de una iglesia progresista que surge con los cambios que dio el Vaticano II, “fue muy interesante porque el obispo Don Sergio Méndez Arceo, en su tiempo, estaba motivando mucho la participación de mujeres y hombres para que nos preparáramos en estudios de evangelización, pero para que fuéramos evangelizadores”.
Luego de casi dos años en preparación de estudios comenzó a participar a nivel de la Diócesis, fue así como sostuvo diversos encuentros no solo con la sociedad morelenses sino también habitantes de diferentes países latinoamericanos, uniéndose a movimientos sociales trascendentes en aquella época, lo que forjó su activismo social y fortaleció su participación tanto en la iglesia como en la sociedad, pero desde una perspectiva más en la lucha por la defensa de los derechos humanos.
En 1996 Alicia Arines Santamaría se integró a la organización “Católicas por el Derecho a Decidir”, “para mi corazón, para mí estoy muy satisfecha porque aparte de la formación, capacitación e información que nos daban era más claro el papel de la mujer al interior de la iglesia”.
En “Católicas por el Derecho a Decidir” se habla de los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a decir, sobre los derechos humanos al interior de la iglesia, así como recordó la activista, comenzaron a estudiar a profundidad la participación de la mujer en la biblia, reforzando a partir de este momento el compromiso de decir “hay más opciones para entender la Evangelización de Jesús desde una perspectiva femenina.
“Es decir, en la iglesia católica hay otras opciones de entender nuestra evangelización, con una mirada más de mujeres, con experiencias desde las mujeres en el Evangelio de Jesús, que acompañan y además tenían mucha importancia en su caminar; Jesús les dio ese derecho en cuestiones de participación, pero la iglesia como institución, la mayoría machista, no le gusta y no cobijó lo que Don Sergio Méndez Arceo empezó”.
“Estos espacios de mujeres me hicieron ver que la problemática de mujeres está en todos los ámbitos en nuestro estado de Morelos, a nivel nacional e internacional”.
Después de más de 15 años de estudio en teología feminista, que le dio una mayor apertura a conocer las necesidades de las mujeres, Arines Santamaría se integró a la “Red de Convergencia 8 de marzo” mediante la cual pudo seguir trabajando en temas de mujeres, pero ahora desde una perspectiva más política y social, analizando la problemática de que las instituciones gubernamentales no den respuesta a la violencia feminicida, la desaparición de mujeres y el maltrato familiar.
“Me di cuenta que la violencia no es algo que se inventen sino es algo que traemos ancestralmente y que desafortunadamente esta desde la cultura, la ideología, que es la iglesia y que muchas veces desde la iglesia nos infuden el conformormiso, el “aguántate mijita es tu cruz”, “ni modo ya te casaste, aguántate”, “¿Qué va a decir la gente?”; tienen muchos prejuicios y hay falta de atención, de acompañamiento, pero sobre todo esta parte del dejar ser y no vernos como si fuésemos niñas, eternamente niñas, que otras y otros deciden por nosotras, las abuelas, las mamás, las suegras; en la manera que vamos estudiando vamos descubriendo la importancia que la mujer tiene desde su derecho a decidir, su derecho a disentir con la institución y que entonces a través de esta participación fuimos adquiriendo del conocimiento, de las relaciones”.
La activista Alicia Arines Santamaría proviene de una comunidad muy pobre del estado de Guerrero, con muchas deficiencias en diversas cuestiones, como la educativa; sin embargo, afirmó que gracias a su experiencia en acciones sociales y por supuesto a sus hijas e hijo se ánimo a seguirse preparando, hace dos años termino sus estudios de bachillerato, lo que le da el panorama de que sí es posible como mujeres salir adelante y luchar por sus proyectos de vida, sin olvidar que ellos sean sobre todo para ayudar y compartir, compartir el conocimiento.
Alicia Arines Santamaría es coordinadora del Centro de Derechos Humanos “Don Sergio” que pertenece a la Red todos los Derechos para Todas y Todos de Organismos no gubernamentales a nivel nacional, pero también en Morelos forma parte del Frente Feminista Morelense junto con diferentes grupos de mujeres que están colaborando a favor de la lucha por la democracia y el respeto de los derechos de las mujeres, denunciando todos los tipos de violencia que siguen a la orden del día en la entidad, pero principalmente el correcta aplicación de la Alerta de Violencia de Género decretada en 2015 para ocho municipios del estado.
Si bien Alicia es una activista en pie de lucha por los derechos de las mujeres también destaca en su labor como parte de redes de la economía solidaria de venta y trueque por más de 20 años; a través de la Red Mexicana de Comercio Comunitario promueve el autoconsumo responsable entre los mismos los productores y artesanos del campo morelense, es decir, ofrecer su producto o artesanía, pero igual adquirir el producto o artesanía de su compañero.
“Nuestro trabajo no es el consumir y promover sino generar conciencia en el autoconsumo, cuidado del medio ambiente y su salud porque si no estamos promoviendo el sistema capitalista de vender, vender, vender y no cuidar la vida y salud”.
Alicia Arines Santamaría es coordinadora a nivel estatal, teniendo a su cargo más de 35 artesanas y artesanos, productoras y productores; con las redes de la economía solidaria de venta y trueque han logrado consolidar relación y organizar eventos con países como Chila, entre otros.
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