Con cerca de cien mil señantes, la Lengua de Señas Mexicana (LSM) es el medio de comunicación de las personas sordas de todo el país y, aunque cada vez más personas no sordas aprenden sus signos, la Casa de la Cultura de Cuautla busca lograr que en este municipio haya más inclusión hacia quienes no pueden comunicarse por medio del habla, a través de uno de sus talleres.
Así lo expuso Luis Marín Sánchez, director del espacio, a cargo de un patronato ciudadano que ha hecho subsistir las actividades gracias a las aportaciones de los estudiantes y las donaciones de otros sectores e instituciones, a nivel estatal y federal.
“Las personas sordas resultan ser marginadas por su discapacidad, así que el lenguaje de señas resuelve ese problema, porque les ayuda a comunicarse con otros, pero sería mucho mejor que no solamente se pudieran comunicar entre ellas, sino que el resto de la gente lo aprendiera. Que no solamente los sordos tomaran este tipo de talleres”, dijo Marín Sánchez.
Al interior de la Casa de Cultura de Cuautla se ofrecen cerca de 20 talleres distintos. Aunque tienen un costo, el patronato explica que se trata de una cooperación simbólica con la que se cubre el sueldo de los talleristas, así como los gastos de operación del espacio, ubicado en la ampliación Emiliano Zapata. Actualmente, el taller con mayor demanda es el de ballet.
“Es el que más alumnos tiene, el más concurrido. El ballet desarrolla habilidades físicas y no solo físicas, sino también habilidades mentales en niñas y niños. Además, les ayuda a formar carácter, a desarrollar sus destrezas físicas y todas las habilidades al cien por ciento”, afirma el director de la Casa de Cultura.
A principios de año, el patronato se planteó el objetivo de lograr llegar a 100 alumnos luego de la crisis vivida durante la pandemia, en que las instalaciones cerraron sus puertas y las actividades cesaron temporalmente, lo que se tradujo en la pérdida de estudiantes. En este sentido, Luis Marín resaltó la importancia de contribuir a espacios que fomentan la cultura y el arte en el municipio:
“Se necesita pagar la luz, empleados y principalmente a los maestros, por eso es se cobra una cuota de recuperación, pero es la mínima”, dijo.
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