La producción del arroz Morelos en Jojutla registra este año una caída histórica, a la que se suma la competencia desleal de marcas “pirata” que, usando el nombre de Morelos, invaden el mercado, problema que golpea a la agroindustria severamente afectada por el sismo del 19S.
En medio de los húmedos surcos de los arrozales, en pleno arranque de cosecha, cosiendo un costal de grano, encontramos en Jojutla a Jesús Solís Alvarado, director del Consejo Regulador del Arroz, quien advierte que en zonas como Cuautla, Temixco y Jiutepec ya tienen un mes cosechando, pero en la zona sur apenas van en la primera semana. “Por falta de agua empezamos a sembrar en abril”.
Los productores de arroz no contaron con créditos oportunos: “el precio del mercado está complicado, tenemos que ver cuánto arroz hay en Jalisco y detener los arroces que usan la marca Morelos”, dijo al confirmar que sigue la competencia desleal.
Denunció que ya entró arroz de los Estados Unidos, al cual le pusieron como marca “Premium Morelos”. “Están engañando al público y eso pega a toda la cadena productiva: le pega al molino porque no puede vender a un mejor precio, ni puede mover los inventarios como debe ser… y al pegarle al molino, le pega al productor, a quien no se le puede pagar un mejor precio".
Se preliquida el arroz a 5 mil 400 pesos la tonelada y no se puede ofrecer en seis pesos hasta que en octubre cierre la cosecha nacional. Se paga un peso arriba del kilo del “milagro” filipino, que está en 4.40 pesos.
Aunque reconoció que a los productores de arroz en el sur del estado de Morelos están gastando más, ya que el sismo encareció la mano de obra, al irse la gente a la construcción.
POR MAL TEMPORAL TENDRAN MENOS RENDIMIENTO
Advirtió que no se tuvo buen temporal por lo que a quienes sembraron en la última semana de mayo y junio, el arroz no desarrolló, “no macuyó”, y lamentablemente el seguro no cubre el mal temporal; “es contra vientos tempestuosos y granizadas”, por lo que bajarán los rendimientos a entre ocho y nueve toneladas por hectárea, cuando el promedio es de 10 toneladas por hectárea.
Reconoció que el margen de utilidades en el cultivo del arroz es menor, por lo que muchos productores prefieren sembrar caña de azúcar que sigue en muy buen precio.
Su mirada se pierde en el horizonte mientras confiesa su amor por el arroz galardonado internacionalmente, del cual este año producirán solo 300 toneladas, la producción más baja en la historia del arroz de Jojutla.
Y es que los productores ahora no tuvieron créditos y sembraron con sus propios recursos. Aunque a nivel estatal la producción también cayó a 7 mil toneladas. Por fortuna se mantiene el precio y se generan en cada parcela empleos para 20 jornaleros.
“Esta es mi pasión, el trabajo en el campo”, dijo al recordar que su padre trabajó como jornalero y del arroz les dio estudios. Muchos hijos de productores ahora son profesionistas, pero el arroz da para comer cuando el productor se mete a la siembra y a la cosecha.
Acompañado de los trabajadores; de los “pajareros”, quienes impiden que las aves se coman el grano; de los cortadores que con la hoz siegan manojos de espigas que sacuden en los botes, de los cosedores que llenan y con sendas agujas cierran los costales, y del olor del zacate verde que domina el valle, responde a la entrevista sin dejar de trabajar.
SIN RECURSOS PARA REPARAR EL MOLINO DE ARROZ
A casi un año del sismo y pese al anuncio de una importante inversión para el rescate del molino, los recursos no han llegado y con grandes esfuerzos el molino funciona apenas al 80 por ciento.
Solís Alvarado recordó que la cosecha del año pasado tuvieron que llevar el grano al molino de una empresa en Coatlán del Río.
Del anuncio de los 50 millones de pesos para un proyecto que dice bajó el diputado federal Ángel García para rescatar el molino, al final los recursos no llegaron. En febrero se les dijo que sólo serían 20 millones de pesos y aún esperan que se entreguen, después de actualizar el proyecto y modificar los costos.
LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN DEL ARROZ MORELOS
Solís Alvarado destacó que pese a lograr la denominación de origen, no ha iniciado en el repunte del precio del arroz Morelos, aunque lo ha mantenido estable. Señala que les pega mucho que no se haya podido frenar la importación de arroz al que le ponen “Morelos”.
Tenemos que seguir cuidando el cultivo y la denominación de origen, para acreditarnos como organismo certificador y quitar las marcas falsas de arroces tipo Morelos
Si bien la denominación de origen no se ha reflejado en el bolsillo de los productores de arroz del estado de Morelos, lograrla no fue fácil: fueron cuatro años de trabajar, dialogar y cabildear con la Secretaría de Economía, con la Dirección General de Normas, y eso la gente no lo ve. En el proyecto trabajaron investigadores como Leticia Tabitas, que recibió la medalla “Emiliano Zapata” por su trabajo en el arroz Morelos.
Decidido a dar continuidad al trabajo y no hacer caso a las voces negativas, reconoció que tienen que echarle ganas, ya que la denominación de origen ha permitido mantener el precio. “Necesitamos echarle más ganas y estar más unidos”.
Con el sudor en el rostro, el representante arrocero, campesino, con lodo en las manos y un sombrero gastado por el sol, el viento, la lluvia y la tierra, sonrió y refrendó su confianza de que vendrán tiempos mejores para el sector. No todo es malo concluyó.
