Uno de los balnearios rusticos más socorridos en Cuautla durante las vacaciones de Semana Santa es sin duda el conocido como el de la Tarjea de Santa Inés, ubicado en lo que hoy es la colonia Eusebio Jáuregui.
Sin embargo, la otra cara de la moneda la denunció el ayudante municipal dela comunidad, ÉrickTecomateco Sosa, quien señaló la gran cantidad de basura que dejaron los visitantes a lo largo de los casi 100 metros lineales que tiene el lugar donde nace el agua.
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Y es que durante las dos semanas que se tuvieron por el recién concluido periodo vacacional, registró una gran afluencia de visitantes, tanto locales como de otras entidades, principalmente del Estado de México e incluso de la capital del país, sin faltar los circunvecinos Guerrero y hasta el frío Puebla.
Nos dejaron un gran basurero ahora que vinieron los bañistas, sobre todo de fuera, no les interesó contaminar
Latas, papeles, desechables y demás fueron arrojados a las orillas del balneario que en estas temporadas de calor se convierte en el lugar más visitado por la gente que no tiene dinero para pagar una entrada a un balneario.
Pero los beneficios que pudieron dejar con la reactivación económica en esta zona de la colonia se ven reflejados con sus desechos tirados a orillas del socorrido balneario.
“Es lo malo de la gente que no toma en cuenta que somos personas que nos gusta tener limpio nuestra comunidad, son unos auténticos cochinos, creo que así deben tener sus casas”, comentó don Inocencio, habitante de la vieja guardia que suele ir con frecuencia la tarjea.
“Desde niños mis padres nos traían aquí a nadar, ahora traigo a mis nietos pero es triste llegar y ver todo lo que nos deja la gente que viene y que no aquilata que le den uso al escurrimiento de agua que nace a escasos metros de aquí, es agua limpia y la contaminan, ya que no solo es afuera, adentro también echan algunos de los desechos”.
La Tarjea de Santa Inés
Esta popular tarjea es alimentada por más de cuatro manantiales que le dan vida, aunque las corrientes han disminuido con el paso del tiempo ante el crecimiento de la mancha urbana.
El escurrimiento es el orgullo de sus habitantes, que por años se han visto favorecidos con su balneario rústico al que acuden miles de visitantes al año, por lo que no existe habitante del lugar que no haya disfrutado de sus cristalinas aguas, tan socorridas para atenuar el intenso calor en estas fechas del año.