Aún cuando la cultura de donación de órganos y tejidos ha cambiado para bien en el país, apenas una de cada cinco familias respeta la decisión de una persona que previo a su muerte, elige ser donador, reconoció Angélica García Pérez, coordinadora de Donación de Órganos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A nivel nacional, dijo la especialista, son más de 19 mil personas que están a la espera de un órgano, de las que más de 15 mil solicitan un riñón, 4 mil córneas, siendo la mayor solicitud pues el incremento de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, o cardiovasculares han derivado esto al deteriorar órganos vitales.
“Si acaso una o dos, es muy complicado porque la mayoría de estas personas aunque tiene la información, algunos integrantes de la familia tienen muchos mitos, eso limita y de hecho el Centro Nacional de Trasplantes tiene estadísticas en donde por ejemplo, de cada diez mexicanos, 8 están a favor pero en el momento culminante, uno o dos donaciones se realizan”.
¿Por qué se niegan a cumplir la voluntad del donante?
La principal respuesta de una familia que se niega a acatar la decisión de los posibles donantes, es que “en vida nunca nos dijo, no se platicó, que no saben su voluntad”, le sigue la religión, a pesar de que en su mayoría las religiones ya aprueban este tipo de prácticas como una forma de dar vida a otros.
En el IMSS esperan que las jornadas de difusión surtan efectos y las cifras pueden cambiar hacia lo positivo. En el instituto para este último año se han tenido 4 donaciones: 2 multiorgánicas, y 2 solo tejidos.
¿Qué tipo de órganos se pueden donar?
Existen dos formas de donación: en vida o después de la muerte. En vida se puede donar un órgano o parte de el en donde el cuerpo mismo pueda compensar la ausencia de éste como un riñón, un segmento de hígado, un pulmón, páncreas, tejidos como médula ósea y sangre.
A la hora de la muerte se pueden donar órganos y tejidos, dependiendo el tipo de muerte que tengan, en general corazón, hígado, pulmones, intestino, páncreas; tejidos como las córneas, piel, huesos, tendones, músculo esquelético.
¿Cómo puedo ser donador?
La Ley General de Salud permite que cualquier persona de los 2 a los 80 años de edad pueda ser donador. La sola decisión de aceptarse como donador en documentos como “licencias de conducir”, no basta, respondió García Pérez, pues quien tendrá la última palabra sobre qué se hará con el cuerpo de la persona fallecida será de los familiares, por ello es que consideró fundamental platicar la decisión y pedir que sea respetada.
En otros países esta decisión es de tipo ordinaria, salvo en caso de que la familia decida no donar debe hacer un escrito negando esta práctica. En México las familias deben firmar un consentimiento ante el IMSS.
“Incluso tener la tarjeta de donador voluntario, tampoco implica, además piden ahí dos testigos que no evita que termine en un proceso, finalmente quien nos firma el consentimiento son los disponentes secundarios, el o la esposa, el o la concubina, los hijos, padres, hermanos, el adoptado o el adoptante, en ese orden de prelación, sino firman nosotros no podemos proceder”.
En el caso de aquellas defunciones que hayan derivado de un hecho violento como un accidente automovilístico, traumatismo craneoencefálico, agresión, resulta un proceso más largo porque está implicado el Ministerio Público.
“La ruta es decirlo, decirlo a la familia es la única vía, decidirlo y comprometer a la familia”.
¿Cómo ser receptora?
La persona que requiera de la sustitución de un órgano para seguir viviendo debe acudir primero a su médico familiar, es el caso de quienes tienen insuficiencia renal, daños en la visión, o problemas de hígado, páncreas; lo enviarán a su médico especialista que lo revisará para enviarlo a alguno de los programas de trasplante.
El trasplante se realiza en hospitales de tercer nivel de atención.
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