Trabajadores de Asurco recuperan oficinas en Anenecuilco

Después de más de tres años, la Asociación de Usuarios del Río Cuautla recuperó sus oficinas ubicadas en la comunidad de Anenecuilco, en el municipio de Ayala

Emmanuel Ruiz / El Sol de Cuautla

  · domingo 3 de noviembre de 2024

Oficinas de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla en Anenecuilco. / Emmanuel Ruiz / El Sol de Cuautla

La Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco) recuperó sus oficinas en Anenecuilco, en el municipio de Ayala, luego de que éstas permanecieran ocupadas durante más de tres años, desde noviembre de 2020, por ejidatarios opositores al Proyecto Integral Morelos (PIM) y su termoeléctrica en Huexca, Yecapixtla. Así lo confirmó Antonio Domínguez Aragón, dirigente de la organización, quien aseguró que el inmueble y su mobiliario se encuentran en buen estado tras el desalojo y que las actividades administrativas ya fueron reanudadas en el edificio.

La recuperación del espacio se da en un contexto de tensiones para la asociación, que atraviesa un proceso de reorganización interna tras la solicitud de licencia presentada por Domínguez Aragón, quien explicó que su decisión de retirarse temporalmente responde a motivos personales, aunque no ofreció más detalles sobre las circunstancias que lo llevaron a dejar el cargo. Su lugar fue asumido, de manera provisional, por Carolina Plasencia.

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De acuerdo con Domínguez Aragón, al momento de retomar las oficinas se realizó una revisión completa de los bienes e infraestructura de la asociación, con el objetivo de verificar que el mobiliario y equipo permanecieran en condiciones adecuadas tras el tiempo en que el edificio permaneció ocupado. Según explicó, no se reportaron faltantes ni daños significativos.

Todo está en orden, ya están reanudadas las actividades

Durante el tiempo que permanecieron cerradas las oficinas, ubicadas sobre el bulevar Emiliano, el comité directivo de la asociación civil abrió una sede alterna para no interrumpir la atención a las solicitudes de los ejidatarios que hacen uso del agua del río Cuautla para el riego de sus cultivos. De forma progresiva, el movimiento en contra del PIM fue desintegrándose, hasta, finalmente, durante los últimos meses, solo permanecían las sillas, mesas y lonas del plantón.