En medio de la tragedia de perder su patrimonio, Antonio Dariel Pérez Pérez de 28 años encontró la oportunidad para emprender su negocio de tacos de canasta que hoy en día es el sustento de su familia, situación que dejó al joven padre de familia una valiosa lección: con esfuerzo, dedicación y mucho trabajo se puede salir adelante.
Antonio aprendió la venta de los tacos de canasta en Atlixco, Puebla, lugar en el que vive su familia, quienes se dedican también a este negocio; fue su hermana quien enseñó esta labor al joven vendedor sin saber que años después lo ayudaría a salir adelante.
En Morelos, Antonio junto con su esposa y sus tres hijos vivían en la colonia Trinchera de Cuautla, sin embargo, al ser una zona de riesgo por estar a un costado de una barranca, su hogar se inundó durante una temporada de lluvias, teniendo que dejar su casa y mudarse a Ayala donde un familiar les prestó un inmueble para que pudieran vivir allí un tiempo. La necesidad de volver a empezar debido esta tragedia hizo que Antonio se adentrara en el negocio de la venta de tacos de canasta que años atrás su familia le había enseñado; hoy en día, cuatro años después de perder su patrimonio, el joven emprendedor se ha vuelto muy popular en el municipio de Ayala.
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Todos los días Antonio sale con su triciclo para recorrer varias comunidades, desde la Abelardo Rodríguez, pasando por Olintepec, el Axocoche, hasta Anenecuilco, ofreciendo sus tacos de canasta; también logró tener un pequeño negocio instalado en la cabecera municipal, y se ha vuelto muy conocido entre el sector político y social de la comunidad, ya que él se encarga de distribuir tacos en distintos eventos.
Su día comienza a las cinco de la mañana cuando se levanta para iniciar la preparación de los tacos de chicharrón, longaniza, papa, frijol, pollo, adobo, chicharrón en salsa verde, frijol ranchero, y otros más; también prepara la verdura y agua de sabor, y su esposa lo ayuda preparando una salsa para acompañar los tacos.
Además del sabor característico de sus tacos, Antonio se ha vuelto conocido por su tradicional grito para ofrecer su producto: "tacos , tacos, cuántos , cuántos"; y es este grito el que hace que la gente lo ubique para acercarse a comprar sus tacos, que vende en siete por 25 pesos o 10 por 35 pesos.
Todos los días vende entre 500 o 600 tacos, no obstante se le suman los que vende en algún evento especial o en su negocio en la cabecera municipal.
Antonio señala que en la actualidad la inflación ha incrementado el precio de los insumos que usa para su negocio, siendo la papa el alimento que más se ha elevado de costo.
Si bien su trabajo es muy cansado y todos los días tiene que recorrer muchos kilómetros con sus tacos, el joven emprendedor asegura que es la bendición de Dios la que le ha ayudado a salir adelante y afirma que aunque el panorama se vea muy complicado trabajando honradamente, siendo constante y dedicado se puede salir adelante.
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