En México existen 20 especies de iguanas, pero las más conocidas son la Iguana Verde (Iguana iguana) y el Garrobo o Iguana Negra (Ctenosaura pectinata).
Las Iguanas Verdes son muy grandes llegando a medir hasta 2 metros y los machos tienen crestas voluminosas y una gran papada que es característica de la especie. En época de apareamiento su color puede cambiar de verde a naranja. Esta especie se distribuye en el país por la vertiente del Pacífico de Sinaloa a Chiapas, pero también la encontramos de Veracruz a Quintana Roo en las selvas húmedas. Una buena parte de su tiempo se posan sobre los árboles que es donde se alimentan.
El Garrobo habita desde el sur de Sonora hasta Chiapas y también en la Cuenca del Río Balsas pasando por Morelos hasta el Estado de México. Viven en las Selvas Bajas del País. Esta iguana es endémica, lo que quiere decir que únicamente se encuentra en nuestro país y en ninguna otra parte del mundo. Su cuerpo es mucho más pequeño en comparación de las Iguanas Verdes (hasta metro y medio) y su papada es menos prominente. Se alimenta de hojas, frutos y a veces, de insectos.
Como buenos reptiles, son de sangre fría, ya que dependen del ambiente para poder regular su temperatura y lo hacen posándose cual iguanas en el sol durante varios minutos.
Estos animales son bastante saqueados y perseguidos. Esto es debido a que, en muchas zonas, son parte de la gastronomía local y aunque sus propiedades nutrimentales son varias, también se le atribuyen algunas capacidades medicinales. Sin embargo, hay que tener especial atención en los patógenos propios de las iguanas, así como la procedencia ya que el saqueo ilegal, las ha puesto en peligro grave de desaparecer. Hoy ambas especies en México se encuentran protegidas.
Esta columna es en memoria de Mario Rebolledo y a la enorme y valiosa labor que, junto con su compañera, Elvia Moyorido realizaron en favor de la conservación de las Iguanas y otros reptiles, así como la divulgación de su conocimiento en el estado de Morelos en la comunidad de Barranca Honda. Estoy segura de que tu legado permanecerá en el latido de los animales a quienes fielmente dedicaste tu tiempo, hasta siempre.