Un día soñé que volaba muy alto, que podía surcar el cielo con gracia y a gran velocidad. Desde allá arriba veía todo con lujo de detalle y cuando estaba hambrienta, era tan precisa y silenciosa que mis presas no notaban cuando caía sobre ellas. Soñé con la libertad, soñé con los superpoderes que tienen las aves rapaces.
Ellas se encuentran en la cúspide de la cadena alimenticia, es poco probable que ellas se conviertan en presas. Las hay diurnas (como los halcones), pero también nocturnas (como las lechuzas). Tienen características excepcionales, como una visión tan desarrollada que se estima que algunas especies tienen la visión unas 9 veces más precisa que la de los humanos y pueden ver hasta 5 veces más distancia, quizá hasta pueden ver un conejo estando a 4 kilómetros. También tienen garras fuertes y filosas que les permiten agarrar muy fuerte a sus presas. Hoy, hablaremos de 3 especies de aves falconiformes o rapaces diurnas y sí, como dice su nombre, tienen forma de Halcón.
La verdad, es que, a diferencia de mi sueño, no todas son muy rápidas al volar, por ejemplo, el Quebranta Huesos (Caracara cheriwey) vuela bajo y es algo oportunista. Puede robar alimento de otras aves o incluso comer animales que han muerto, por lo que es común verlos cerca de las carreteras, les gusta la carroña, son aves muy hermosas. Hablando de carreteras, la Aguililla Caminera (Rupornis magnirostris) es casi una influencer del camino, pues es bastante común verla perchada esperando quieta a sus presas. Su distribución en el país es amplia y al volar la escucharás emitir su peculiar llamado, casi como el de un águila pequeñita y elegante. Otra rapaz a la que le gusta posarse, es el Halcón Guaco (Herpetotheres cachinnans) también llamado Halcón Reidor, ya es que el sonido que hace es justo el de una risita “guaco guaco guaco guaco” y tiene una peculiar y sanguinaria manera de cazar, pues las golpea con sus fuertes patas y como la reina roja, les corta la cabeza.
Actualmente, en nuestro país existen más de 100 especies de estas aves y se estima que el 77 por ciento de ellas se encuentran en algún grado de riesgo, debido principalmente a ala pérdida de hábitat y la extracción ilegal de fauna.
Un día yo soñé que era una rapaz, pero ¿Qué soñarán las aves de presa?
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