Los dos almacenamientos de agua que tiene el ejido de Gabriel Tepepa en Cuautla están a su máxima capacidad, dio a conocer el presidente del comisariado ejidal, Alberto Kaleb Olivar, tras informar que se trata de una presa y un bordo, los cuales son de muy bajo almacenamiento.
A ellos llega un escurrimiento natural que hace que durante el tiempo de sequía tengan todavía algo de agua a pesar de su baja capacidad; sin embargo, cuando la sequía es muy prolongada, estos se secan y de nada sirven, pues el agua se termina en pocos días, precisó el líder campesino.
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“Nuestro jagüey y presa llamada Ojo de Agua, nombre que nace de unas parcelas donde también se hizo un pequeño bordo, ya están a su máxima capacidad; las lluvias han sido muy buenas y se llenaron muy pronto”, comentó.
Sin embargo, el comisario argumentó que debido a su poca capacidad, durante la sequía el almacenamiento llega a durar menos de 15 días debido a la gran demanda que hay en el campo de esta zona ejidal.
“La verdad es que quisiéramos que nos durara mucho durante las sequías, pero nos dura cuando mucho una semana, no nos alcanza para todas las tierras”, comentó el representante del ejido de Gabriel Tepepa que, por su gran extensión, es considerado el tercero más grande del municipio, después del de Cuautla y el de Tetelcingo.
Comentó que la presa Ojo de Agua se alimenta de los escurrimientos de las parcelas que riega el jagüey: “Nuestra principal dotación es el jagüey, los escurrimientos se van sobre una barranca y es como caen a la presa, de ahí se almacena otro poco para poder seguir dotando o regando nuestras tierras”.
“La verdad es que sí es muy poco, no podemos darle una recorrida a todas las tierras con el jagüey durante la sequía, afortunadamente en esa etapa nos alimentamos de un ojo agua dulce donde nos cae agua constantemente, principalmente en las noches cuando hay menos 'huachicoleo' y nos llega toda la dotación”.
El titular del comisariado ejidal tiene escasos 6 meses de haber tomado el cargo, por lo que es su primer temporal, al que calificó de bendecido.
“De momento todas las tierras de temporal están en su máximo esplendor, aunque el inconveniente son los desastres en los caminos de saca que lucen totalmente destruidos y enfangados por el barro del que está compuesto el suelo. No se puede tener todo, hay agua y buena producción al momento, pero esperemos que una vez que termine la lluvia podamos meterle mano a nuestras caminos que lucen en malas condiciones”.