Aunque el crecimiento del coronavirus en China ha alarmado a todo el mundo, la Central Mexicana de Servicios Generales Alcohólicos Anónimos A.C. considera que el alcoholismo es una enfermedad más peligrosa: durante el anuncio del XXXIV Congreso de la Región Sur Poniente de la asociación, que se llevará a cabo en Morelos del 21 al 23 de febrero, sus integrantes insistieron en que el alcoholismo quita más vidas que los decesos causados por el virus surgido en Asia.
"La comunidad mundial, y toda la sociedad, está preocupada por el problema del coronavirus recientemente allá en China. Hasta el día de hoy se contabiliza la muerte, por este virus, de 650 vidas, todas ellas sumamente valiosas. Ahora bien, la OMS (Organización Mundial de la Salud), nos informa que solamente en 2016 fallecieron, de manera directa por la ingesta inmoderada de alcohol en el mundo, tres millones de personas", alertó uno de los representantes de la asociación (se reservan dar sus nombres).
En efecto: en el informe publicado a fines de 2018 por la OMS, la organización internacional alertó que solamente en 2016 habían fallecido más de tres millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representaba una de cada 20 muertes en el mundo.
"Más de las tres cuartas partes de esas muertes correspondieron a hombres. En general, el consumo nocivo de alcohol causa más del 5% de la carga mundial del morbilidad", alertaba la OMS.
¿Cómo es que el alcohol mata a la gente?
Hay quienes se niegan a creer que el consumo de alcohol sea responsable de tantas muertes en el mundo. Si bien el consumo de alcohol puede causar una intoxicación que genere la muerte, los decesos también están ligados a las consecuencias relacionadas con el consumo nocivo de esta sustancia:
De acuerdo con la OMS, de todas las muertes atribuibles al alcohol en su informe de 2018, el 28 por ciento se debió a lesiones, como las causadas por accidentes de tránsito, autolesiones y violencia personal; el 21 por ciento a trastornos digestivos; el 19 por ciento a enfermedades cardiovasculares; y el resto a enfermedades infecciosas, cánceres, trastornos mentales y otras afecciones.