Los agricultores de Morelos solo cuentan con agua disponible para sus cultivos para los próximos 30 días. Una vez que pase este periodo, el agua se terminará y prevén un escenario peor del que experimentaron el año pasado, cuando las pérdidas alcanzaron hasta el 80 por ciento en los cultivos de temporal.
Así lo expuso Horacio Zavaleta Malacara, presidente de la Unión General de Obreros y Campesinos de los Estados de México (Ugocem) "Lázaro Cárdenas" en el estado.
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De acuerdo con el líder campesino, en los últimos años la preocupación más importante para los productores morelenses ha sido la escasez de lluvia, especialmente luego de que la situación se agravara en la sequía que se registró en 2023:
"Es un tema que seguimos trabajando directamente con las organizaciones con los estados, con la Ceagua (Comisión Estatal del Agua) y con la Conagua (Comisión Nacional del Agua) para la captación de lluvia de los mantos fluviales. Actualmente, estamos promoviendo un proyecto que se trata de construir ollas de captación para la próxima temporada de estiaje, que viene, según prevemos, más fuerte que la que nos tocó este año", dijo.
De acuerdo con la Ceagua, las presas que almacenan agua para los cultivos se encuentran al 25 por ciento de su capacidad, lo que se traduce en una disponibilidad de aproximadamente 30 días.
"Significa que tenemos hasta finales de junio o principios de julio para contar con lluvias. Si no, vamos a empezar con muchos más problemas. Treinta días es lo que nos queda de agua", dijo Zavaleta.
El representante de la agrupación campesina en Morelos dijo que los productores no esperarán la llegada al poder de las autoridades electas en el pasado proceso electoral, sino que permanecen en diálogo con las que están en turno, especialmente con la Ceagua y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario para que reciban apoyo durante este ciclo agrícola para asegurar sus tierras.
Crisis en el campo morelense
El campo morelense atraviesa uno de sus peores momentos en la historia, lo que se debe, principalmente, a la escasez de agua y la poca rentabilidad de los cultivos, algunos de los cuales, como el arroz, hoy están a punto de desaparecer.
"Por el tema de la cantidad de agua que requiere, los ejidos se han venido protegiendo en ese sentido y eviten el uso excesivo del recurso en productos que necesitan demasiada agua. Efectivamente, estamos perdiendo la producción de arroz, pero también de caña. Este año los productores de caña no llegaron al tonelaje esperado en el karbe".
En 2023, los cultivadores de maíz en los municipios de Ayala y Cuautla tuvieron que resembrar sus tierras ante el retraso en la llegada de las lluvias. Esta fue una opción limitada aquellos que disponían de los recursos económicos para la adquisición de semilla y fertilizante, mientras que para el resto las pérdidas fueron del 100 por ciento.