Durante los últimos días se han registrado despidos masivos en varios municipios de Morelos, especialmente en aquéllos donde los alcaldes que aspiraban a un nuevo cargo resultaron derrotados en las elecciones del 1 de julio. Los presidentes municipales han argumentado que estas medidas son para depurar las finanzas y heredar ayuntamientos en buenas condiciones a los alcaldes electos. ¿Funcionará?
De acuerdo con el abogado Pedro Martínez Bello, presidente del Foro Morelense de Abogados, estos despidos pueden generar nuevos conflictos a mediano y largo plazo, con el posible surgimiento de laudos, demandas laborales por despidos injustificados que tendrán que resolver las próximas administraciones.
El problema es complejo y requiere analizar caso por caso, pero el riesgo está ahí; “Los presidentes municipales salientes deben asumir un papel de compromiso social, porque el día de mañana los gobiernos electos serán quienes tengan que enfrentar los asuntos litigiosos de los trabajadores. Es un tema complejo, porque se debe analizar no sólo desde el punto de vista del trabajador, sino también del patrón saliente y entrante”, explicó Martínez Bello.
Dos posturas
A sólo unas horas de que se conocieran los resultados de las elecciones en Totolapan, la alcaldesa María de Jesús Vital, quien aspirara, sin lograrlo, a ser reelecta para el mismo cargo, regresó al Ayuntamiento para emprender una campaña de saneamiento que conllevaría el cese de cerca de 70 empleados de sus funciones.
Aunque para ella se trató del primer paso de la transición del Gobierno, los empleados recibieron la noticia con molestia; “no nos lo esperábamos, porque era nuestra fuente de trabajo y de la noche a la mañana se acabó todo. Más que tristeza, hay enojo e inconformidad”, señaló uno de los trabajadores.
Por su parte, Vital Díaz afirmó que en el proceso se respetarían los derechos del personal; “será para entregar una transición muy transparente, tendremos que darles toda la atención que merecen, para garantizar sus prestaciones”, señaló.
Sin embargo, los despidos no sólo han ocurrido en Totolapan. De hecho, el fenómeno ha recorrido varios de los municipios en los que los alcaldes vieron esfumada la posibilidad de permanecer en un cargo de elección durante los próximos años, como Jiutepec, Atlatlahucan y Cuautla.
Un camino
Aunque el estado cuenta con juntas de conciliación y arbitraje para atender los casos en que los despidos se realizan sin justificación, el presidente del Foro Morelense de Abogados advirtió que en Morelos no existe un órgano colegiado que se encargue de vigilar la forma en que las autoridades rompen las relaciones con su personal, tanto de los sindicalizados como los de confianza.
Por ello, lo más recomendable es que tanto los patrones como los trabajadores lleguen a un punto de acuerdo que no afecte a las administraciones venideras; “los presidentes municipales que van saliendo conocen perfectamente a su gente, a su personal, y tienen que llevar a cabo un trabajo de concientización para que puedan dejar esta administración, salvaguardando sus derechos laborales”, explicó el abogado.
Durante las últimas administraciones, varios municipios se enfrentaron a una crisis económica causada, en gran parte, por las demandas de ex empleados en contra de los ayuntamientos.
No obstante, dado que estas demandas no se dirigen al presidente que los despidió, sino al órgano público, el arrastre de estos laudos hizo que los ayuntamientos entrarán en una etapa crítica, existe la dificultad de pagar esas deudas.