Tiene a su cargo una de las direcciones más importantes en materia de derechos humanos e inclusión de la actual administración pública estatal. Su misión, que Morelos sea una demarcación incluyente y respetuosa, permitiendo acciones conjuntas entre el gobierno y las diferentes organizaciones, movimiento o grupos de diversidad sexual, promoviendo también la divulgación y protección de los derechos fundamentales de la población LGBT+, basándose en el respeto, equidad, tolerancia y no discriminación.
Desde hace un año y medio, Violeta Fabiola Sánchez Luna ha tomado las riendas de la Dirección de Atención a la Diversidad Sexual adscrita a la Secretaría de Gobierno del Poder Ejecutivo estatal, la licenciada en Periodismo por la Universidad de Guadalajara es una reconocida activista a favor de los derechos no solo de la diversidad sexual sino también de las mujeres.
La directora de Atención a la Diversidad Sexual se involucró desde muy temprana edad en el movimiento feminista, sumándose en su época universitaria al Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Guadalajara, Jalisco de donde es originaria; a partir de este momento y como lo describiría encuentra que tiene “cierta vena revolucionaria, cierta vena política”, sobre todo en temas relacionados a derechos humanos de las mujeres y de la diversidad sexual, al asumirse como una mujer lesbiana.
Hace 11 años decidió mudarse al estado de Morelos tras casarse con una abogada morelense, es así como a partir del 2010 empieza a involucrarse en los movimientos sociales del estado, particularmente del colectivo LGBT+, formando parte del Comité de la Marcha de la Diversidad Sexual como tesorera, aquí es donde comienza a conocer a los activistas locales, defensores de derechos humanos y a las feministas morelenses.
Tres años después en 2013 y en 2016 le tocó coordinar la Marcha de la Diversidad Sexual en Morelos; Violeta Fabiola Sánchez Luna ha participado en importantes acciones a favor de los derechos humanos, que han posicionado a la entidad como un precedente en comparación con otras entidades federativas del país, un claro ejemplo, fue su activa incursión en la aprobación del matrimonio igualitario en 2016.
“En el movimiento LGBT+ ha sido complejo, pertenecemos a una población, no me gusta decir vulnerable, me gusta decir que es susceptible de vivir discriminación o que históricamente hemos vivido cierta segregación, violencia, etc.; hay mucho mal rollo al interior del propio movimiento, mucha grilla, mucho tema de egos, realmente si nos uniéramos como comunidad marginada podríamos hacer más cosas”.
Sánchez Luna afirmó que justo para la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la comunidad de la diversidad sexual logró una verdadera articulación, donde lograron dejar de lado las diferencias por un bien común y tan añorado por años.
El 17 de mayo de 2016, recuerda, el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, contrario a lo que se podría pensar, presentó una iniciativa presidencial para que se legislara el matrimonio igualitario en todo el país y también la identidad de género, en Morelos, menciona, ya contaban con varias iniciativas, pero todas se mantenían en la congeladora, como esta actualmente la Ley de Identidad de Género, pero justo el día en que el gobierno priista manda la reforma, el Congreso de Morelos descongela la propuesta y la aprueba entre el 17 y 18 de mayo, pasando al constituyente permanente por ser una reforma constitucional.
“Entonces ahí salimos de las alcantarillas, de todos lados y nos pusimos de acuerdo muy rápido y nos fuimos a cabildear a los ayuntamientos porque al tiempo que andábamos nosotros obviamente que no nos la bloquearan o que los ayuntamientos dijeran que sí, que por lo menos como estaba la ley en ese entonces se pasara por afirmativa ficta que no se pronunciaran y pasara como un sí, estaba durísimo que diputados federales del PAN iban a los municipios y les decían que si votaban a favor de la reforma no les iban a gestionar recursos para sus municipios, usaron su posición de poder para intentar bloquear el avance”.
Fue así como muchos integrantes del colectivo de la diversidad sexual decidieron sumarme, olvidar cualquier coraje o rencor y ser uno mismo, se convirtieron en un movimiento muy articulado, tanto que en Morelos desde 2016 ya es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, siendo uno de los primeros estados del país en autorizarlo, “es algo histórico porque en verdad cuesta mucho trabajo que nosotros como comunidad podamos articularnos, trabajar y hacer equipo pero ya vimos que funciona, a lo mejor si pudiéramos articularnos a lo mejor con identidad de género funcionaría mejor”.
Dentro del movimiento feminista, en 2011, Violeta Fabiola Sánchez Luna colaboró en la tipificación del feminicidio, así como fue impulsora de la Alerta de Violencia de Género decretada en 2015 en ocho municipios de la entidad; si bien no fue peticionaria su participación fue a través del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, del cual formó parte con su esposa, “formamos parte de la Red Nacional y a través de esa vinculación que tenemos con actividades de defensoras de derechos humanos de las mujeres en el Observatorio fue que nos involucramos en el cambio al Reglamento de la Alerta de Género para que pudiera funcionar”.
Violeta Fabiola Sánchez Luna fue una de las activistas que después de muchas reuniones y arduo trabajo lograron que el reglamento se modificara y la Alerta de Violencia de Género fuera operativa, se le asignaran recursos y que para decretarla no se pidieran tantos requisitos, “en 2014 se logra el cambio al reglamento y así se decretan muchas Alertas que logran funcionar”.
La licenciada en Periodismo refiere que dentro del cambio que se pudiera creer existe entre el activismo en la calle a estar dentro de la administración pública estatal no hay gran diferencia, en un año y medio como servidora pública ha verificado que sí es posible hacer incidencia desde adentro, en especial al ser de cierta manera más fácil gestionar un apoyo o entregar un escrito.
“No es lo mismo que yo llegue como coordinadora de la marcha, a que llegue como directora porque te abren la puerta en más espacios, te escuchan y tienes mayor posibilidad de moverte; hay cosas que si de repente personalmente, ideológicamente yo quisiera salir, gritar, enojarme y pelearme, si estuviera afuera lo haría, pero estar en esta posición implica más mediación, conciliación, hablar, y en vez de gritar y venir a prender fuego a la plancha del zócalo, vienes o pides la reunión, presentas un escrito, es diferente la manera de operar, pero creo que puede resultar en cuestiones benéficas para la comunidad”.