El patrimonio histórico y cultural de Tlaquiltenango, uno de los municipios más grandes del estado, ubicado en la zona sur del estado, continúa en el abandono. Luego de los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 siguen sin concluir los trabajos de reconstrucción en el exconvento Dominico, el viejo puente de piedra; a la fecha, la hacienda y el acueducto no han sido intervenidos.
Tlaquiltenango, en los muros bruñidos o encalados, según sus raíces etimológicas, es uno de los municipios que conforman actualmente el estado de Morelos y estuvo incluido en los pueblos del marquesado del Valle de Oaxaca, adjudicados al conquistador Hernán Cortés, del 6 de julio de 1529 al 13 de mayo de 1811.
La localidad, de amplio patrimonio histórico y cultural, actualmente cuenta con un gran potencial turístico, hoy frenado por la pandemia que afecta al mundo, sin embargo, esto no demerita sus áreas de preservación ecológica como la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla, con su selva baja caducifolia, que se encuentra en toda la extensión del municipio, representando el 77.7 por ciento del territorio.
En esta zona, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha investigado hasta la fecha mil 170 sitios registrados como arqueológicos, de los cuales sólo diez están abiertos al público. Tlaquiltenango cuenta con 37 sitios arqueológicos, donde Chimalacatlán y Huaxtla son las áreas más representativas y en abandono apenas protegidos por la misma población.
Los daños del sismo de 2017
El 19 de septiembre de 2017, tras el temblor con magnitud de 7.1 que sacudió la zona sur de Morelos, Tlaquiltenango se vio afectado no solo con decenas de casas habitación, edificios de gobierno, escuelas y centros de salud, también el Convento Dominico, la parroquia y el patrimonio histórico y cultural, como la Escuela Primaria Miguel Salinas y el exconvento en Honor a Santo Domingo de Guzmán, resultaron dañados, así como el acueducto de la exhacienda de los Reina o hacienda de Guadalupe, que presentó severos daños, no solo en la parte que le corresponde al Ayuntamiento, también lo que pertenece a la Casa Ejidal, donde las bodegas y el “chacuaco” de la vieja hacienda azucarera se derrumbó. A la fecha, aún no concluye la reconstrucción del puente de piedra de la colonia Celerino Manzanares del antiguo camino real.
Los recursos para la reconstrucción no llegaron
Respecto a la remediación y reconstrucción del acueducto y la casa ejidal, el 23 de julio de 2020 se dio a conocer que el Programa Nacional de Reconstrucción para el Sector Cultural beneficiaría 400 proyectos en todo el país, contando con 333 millones de pesos; de los cuales, cinco y medio serían canalizados al municipio de Tlaquiltenengo para remediar estas dos obras arquitectónicas construidas posteriormente a la Conquista española, en 1850, pero a la fecha no han iniciado las obras y se desconoce cuándo comenzarán y dónde está ese dinero presupuestado.
Para el cronista de Tlaquiltenengo, Agur Arredondo Torres, es importante para los habitantes de la localidad rescatar estas construcciones emblemáticas y lo que para ellos representa; "la exhacienda San Juan Reina marcó en su auge el desarrollo económico de la región, a pesar de lo que era un sistema de producción de tamaño mediano, pues no era un ingenio azucarero; se fabricaba piloncillo, alcohol y aguardiente, además contaba con un amplio espacio llamado asoleadero, donde se ponía a secar el arroz y por lo mismo era un lugar donde se generaba un número importante de empleos”.
Sobre el acueducto menciona que dejó de funcionar luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, y como nadie se preocupó por atender el problema, los ejidatarios, con la asociación agro siglo XXI, tomaron la decisión de entubar el agua que pasaba por el acueducto y desemboca en un canal, y caía en lo que se conoce como “La cascada”, que no solo perdió su esplendor, sino que ahora luce como un basurero público.
Esta nueva obra, realizada a un costado del acueducto, ubicada sobre la calle Cuauhtémoc, en el centro de esta cabecera municipal, en época de lluvias no es suficiente para la cantidad de agua que lleva y se desborda por las calles y es tal la cantidad de agua que llega a inundar algunas viviendas que se han visto afectadas.
De acuerdo al Programa Nacional de Reconstrucción para el Sector Cultural en Morelos, además del Acueducto de Tlaquiltenango al que le asignaron 1.5 millones de pesos y a la Casa Ejidal 4 millones de pesos, están contemplada otras obras en otros municipios, como la Escuela Primaria Hermanos Galeana, en Cuautla, con 4.1 mdp; el Molino de Arroz San José, de Jojutla, al que le asignaron 4.6 mdp, y la Capilla de la exhacienda San Salvador, en Miacatlán, a la que se canalizaron 10 mdp.
Patrimonio histórico
Regresando a Tlaquiltenango, hay más por descubrir con valor histórico; por ejemplo, este municipio también cuenta con balnearios, hoy cerrados por pandemia, como El Rollo, La Cantora y Las Huertas”, dentro de este rubro, podemos mencionar el torreón de Cortés, ubicado sobre el acceso principal al balneario El Rollo, construido para vigilar el primer ganado que llegó a América y donde Hernán Cortes estableció una cría de caballos finos que serían destinados para su ejército. Ese torreón es circular, vestigio histórico semidestruido.
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