A medias, la reconstrucción y ayuda a damnificados

Familias que perdieron sus hogares lamentan el apoyo a cuentagotas que reciben del gobierno

Angelina Albarrán | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 18 de septiembre de 2021

Las víctimas del sismo de 2017 aún viven entre la incertidumbre y los escombros / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca

Sobre la calle Zayas Enriques, entre Pedro Baranda y Carlos Cuaglia, en Jojutla, hay por lo menos 18 familias damnificadas que hasta la fecha siguen sin recibir ayuda del gobierno federal.

"Nos dijeron que pusiéramos en los lotes el número de Fonden y les diéramos los números de teléfono, ellos nos llamaban y hasta fecha no lo han hecho. La mayoría se fue a vivir con otros familiares o a rentar y no saben si llegará o no la ayuda de la reconstrucción. Qué hacíamos sin vivienda, no podemos perder el trabajo esperando mañana y tarde", dijo una maestra próxima a jubilarse.

En la misma calle se encuentra aún sin demoler lo que fue la Cruz Roja, que hace unos meses estrenó sede en el libramiento de Tlatenchi a Tequesquitengo. Justo enfrente está la iglesia de Teocaltzingo, con la reconstrucción detenida como en muchas otras de la entidad.

Marta Álvarez Mena, mujer de la tercera edad y damnificada del sismo, contó que ella y otras tres familias perdieron sus viviendas de adobe y teja que construyeron sus abuelos en el periodo de la Revolución, alrededor de 1915.

"Por fortuna logramos sobrevivir amontonadas en el patio". Dijo que la casa de su sobrino no se cayó, al recordar que ésta se construyó sobre el cuarto que en el expresidente Enrique Retiguín le hizo a su hermana, pues su casa se estaba cayendo y no la dejaban reconstruir el INAH por estar como "patrimonio histórico". A ellas les reconstruyó una fundación dos de las tres viviendas.

Frente a sus casas hay dos inmuebles afectados. Pero algunas viviendas y locales han quedado en el olvido, a los propiterarios nos les interesa reconstruir porque además han sido víctimas de la delincuencia. En contraesquina estaba la casa y locales de Hermelinda López Mastache, quien falleció aunque todavía en vida logró ser beneficiaria del apoyo de una fundación.

Mientras tanto, en la colonia Emiliano Zapata, de las más afectadas en viviendas, don Silvestre Valentín García, de 73 años, se lamenta que ya no pueda caminar para salir a trabajar y terminar de reconstruir su casa a la que le faltan puertas en las habitaciones. Recuerda que el día del sismo terminó sepultado en los escombros de la casa ejidal, lo rescataron pero desde entonces su estado físico se deterioró.

Pero cuestiona cómo funcionan esos programas federales de la reconstrucción, y no se explica cómo habiendo tanta gente tan pobre, a uno de los más ricos de esta colonia les reconstruyeron primero las fundaciones, mientras los más pobres vivieron más de dos años en la calle, en casas de campaña, aún hay terrenos que no les han hecho nada.

En la calle 20 de noviembre, el peluquero Salomón Hernández Encarnación, agradece el apoyo que recibió durante la tragedia, pues no sólo perdió su hogar y su negocio, sino también a su esposa: "No pudimos rescatar nada. Cuando llegué de enterrarla ya habían entrado con máquina a retirar los escombros; me quedé sin nada".

Dice que a su casita le faltan algunas cosas, pero mientras pueda y tenga fuerzas para trabajar y no le falten los clientes está conforme. "El año pasado me operaron de la próstata y ahora tengo el apoyo de mi exmujer, la primera esposa con la que me casé hace 40 años".

En la colonia Zapata también se puede ver como cambió la arquitectura del lugar. Las casas que fueron reconstruidas por fundaciones y las que han sido reconstruidas por ellos mismos y las que faltan.


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