José Alfonso Castillo vende dulces típicos desde hace 27 años, los cuales realiza de manera artesanal, con técnicas heredadas por sus ancestros y que actualmente produce junto con su esposa. Desde muy pequeño, y al ser una tradición la fabricación de dulces para días festivos, aprendió a realizarlos; sin embargo, nunca pensó que sería su oportunidad para ganarse la vida.
En su natal Huazulco, en Temoac, la falta de agua generó que las labores de siembra disminuyeran, lo que provocó que decenas de personas se quedaran sin trabajo, incluido José Alfonso, por lo que no tuvo opción, mas que iniciar a producir estos dulces típicos, los cuales, durante 27 años, lo han sacado adelante, junto a su familia. Recordó que fue el ex gobernador Lauro Ortega Martínez quien les quitó el vital líquido al instalar viveros en los municipios de los Altos de Morelos.
Actualmente el comerciante divide su vida entre Huazulco y Cuernavaca, de viernes a lunes vende su mercancía en el primer cuadro de la ciudad, sobre calle Miguel Hidalgo, y de lunes a viernes produce una gran variedad de dulces típicos artesanales como son palanquetas, alegrías, amaranto, obleas, campechanas, entre muchos más, los cuales cocina con leña y les agrega productos, como miel de piloncillo y de abeja.
Con este trabajo logró sacar adelante a sus hijos, a quienes les fomentó el estudio y el arduo trabajo; con orgullo, señaló que su hija menor actualmente se desempeña como maestra, afirmando que ha valido la pena todo el trabajo, lo cansado que pueden llegar a ser los viajes y el gasto en pagar una renta para quedarse en Cuernavaca, con tal de obtener beneficios para su familia, además de que su labor le gusta, ya que ha podido conocer a distintos tipos de personas después de tantos años.