/ viernes 11 de septiembre de 2020

Kult | Tacobitch: una boyband para el apocalipsis

Techno, dance-punk, máscaras y pasos de baile que llevan nombres son algunos de los elementos que dan vida a esta propuesta lúdica y disruptora

A mediados de 2020, mientras el mundo estaba sumido en la depresión y la incertidumbre provocadas por la pandemia de Covid-19, nos llegaron desde Noruega las primeras noticias de Tacobitch: un colectivo que revelaban poca información sobre sus integrantes, dejando que su trabajo audiovisual hablara por ellos.

Inmediatamente quedamos sorprendidos por la euforia y la energía un tanto enigmáticas de sus primeros sencillos Stitch face y Hamayasan, que presentaban una fusión de techno y dance punk, y que en sus videoclips se hacía acompañar de animaciones e imágenes ligeramente perturbadoras.

¿Quiénes eran esos seres postapocalípticos, ataviados con pelucas fluorescentes y los rostros cubiertos?

La poca información que recibíamos decía que se trataba de un colectivo multidisciplinario de bailarines, músicos y artistas visuales radicado en Oslo, y que en sus primeras presentaciones, realizadas apenas en 2019, se registraron largas filas de ravers que poco a poco comenzaron a correr la voz sobre esta nueva propuesta.

Así que nos apresuramos a platicar con los integrantes de la banda, que a decir de ellos mismos está construida como una boyband tradicional, que incluye a un frontman llamado Shere Kahn; un cerebro creativo y responsable de los samples, Menski Penski; un guitarrista, Fenrik Fromage; un musculoso baterista apodado Cory; un percusionista que responde al nombre de Zorban Zorbé, y las bailarinas Ex-Batachina y Onika Odell.

-Han dicho que para crear su música huyen de los métodos de producción habituales, ¿cómo la hacen entonces?

-Es muy divertido trabajar con material de Tacobitch. Efectivamente, queremos salir de las formas habituales al crear música. Los hábitos son algo bueno, pero también es muy divertido intentar hacer algo de una manera completamente nueva. Siempre queremos desafiarnos a nosotros mismos, y al obligarnos a eliminar esos hábitos, podemos hacer algo nuevo y fresco, al menos para nosotros.

En Noruega tenemos una tradición en la que aproximadamente el 80% de los noruegos come tacos los viernes. Se llama "Fredagstaco" y es como el punto culminante de la semana para todos

“Realmente lo recomendamos: hagas lo que hagas, intenta hacerlo de otra forma y serás recompensado... Al menos que te vayas a casar”.

-Sabemos que su nombre está relacionado con la ingesta de tacos, ¿nos pueden contar más sobre ello?

-Todos los miembros de la banda vivíamos juntos, y en algún momento decidimos que sería divertido crear un ambiente realmente tóxico, en el que nos pusiéramos todo tipo de apodos que fueran acompañados por un “perra” (bitch). Por ejemplo: si Menski Penski estaba haciendo su tarea, le decíamos “Perra de tarea” (Homework-bitch) o si Zorban Zorbe estaba practicando sus malabares, le decíamos “Perra malabares” (Juggling-bitch)…

“Un viernes por la noche, decidimos hacer tacos para cenar. Aquí es importante decir que en Noruega tenemos una tradición en la que aproximadamente 80 por ciento de los noruegos comen tacos los viernes. Se llama "Fredagstaco" y es como el punto culminante de la semana para todos. Total que hicimos tacos, y cuando nos sentamos a comer, nos miramos y dijimos: 'Claro, somos un montón de tacobitches'.

"Nos pareció un nombre realmente divertido y decidimos llamar así a nuestra banda”.

-¿Saben algo de México, además de que también nos encantan los tacos?

-Sabemos que México fue fundado el 16 de septiembre de 1810, y que allí viven aproximadamente 125 millones 385 mil 833 personas encantadoras. Nos encantaría conocerlos algún día… Ojalá que en un futuro próximo. También sabemos que ustedes no han sido anfitriones del Campeonato Mundial de Fútbol desde 1986, así que esperamos con ansias el año 2026. Les prometemos que el equipo noruego los aplastará.

-Su primer EP se titula Humami. ¿Qué tan importantes son los sabores para ustedes?

-Amamos los sabores. Sin sabores, nada sabría...

“Nuestra especia favorita es la pimienta. Y creemos que puedes notar eso en nuestra música, porque es muy picante…”.

-Además de la música y la danza, ¿qué otras disciplinas escénicas incorporan a su propuesta?

-Incorporamos un montón de todo, desde comedia hasta artes visuales. Es algo de lo que mostramos en nuestros videos musicales.

“Realmente no hay límites para lo que puede esperarse de nosotros”.

Foto: Helge Brekke

-¿Cómo es para una banda nueva sobrellevar una pandemia como la que estamos viviendo?

-Es bastante difícil. El no poder tocar en conciertos y mostrarle a la gente lo que somos realmente nos devora el corazón. Pero hemos pasado bien este tiempo, creando nueva música, nuevas coreografías y otros elementos. Estamos ansiosos por mostrarles más, esperamos que les guste tanto como a nosotros.

-Para los que aún no los vemos en directo, ¿cómo es una actuación en vivo de Tacobitch?

-Somos siete personas en el escenario y tenemos un montón de sintetizadores, batería, percusión y guitarras para hacer todos los ruidos y sonidos que queramos… Tres de los siete son bailarines, y a veces también cantantes que están guiando a la audiencia a través de todo el alboroto que armamos.

-¿De qué parte de Oslo son y cómo es el entorno en el que nació Tacobitch?

-De muchos lugares; la mayoría de nosotros venimos de los suburbios de Oslo, que es un gran lugar para crecer. Uno de nosotros es de Stavanger, que es un lugar realmente aterrador.

“Afortunadamente se mudó de ese horrible lugar a Oslo, donde nos conocimos. Pero somos gente bastante ordinaria con una educación bastante ordinaria. Padres cariñosos, buenas escuelas y buenos amigos... Siempre hemos tenido espacio para la creatividad y la experimentación con diferentes expresiones”.

-¿Hay otros proyectos musicales de Noruega que les gustan o con los que se identifiquen?

-Hay mucha música fantástica que sale de Noruega. Desde lo alto de nuestras cabezas: Sassy009, Jouska, Combos y por supuesto Aurora, aunque a esta última seguro que la mayoría de ustedes ya la conocen.

-¿Qué sigue para Tacobitch? ¿Cómo nos van a sorprender en el futuro?

-Tenemos un montón de cosas por venir. Ahora que no hemos podido tocar en vivo por un tiempo, hemos hecho un buen uso de nuestro tiempo e hicimos muchas cosas divertidas y geniales, esperando que ustedes las vean. Qué es y cuándo sucederá, no se los diremos, pero les prometemos que les van a encantar.

-¿Algún mensaje para la gente que los está descubriendo en México?

-Que los amamos. Realmente esperamos que disfruten de lo que hacemos, y que se sientan libres de ser ustedes mismos en ese proceso. Esperamos conocerlos pronto…

Foto: Helge Brekke

Hagas lo que hagas, intenta hacerlo de otra forma y serás recompensado

INCÓGNITA GARANTIZADA

Esa es la experiencia Tacobitch: una propuesta de boyband, pero bastante retorcida, en la que de acuerdo con ellos mismos, lo divertido es que la música y el baile están tan entrelazados que funcionan mejor juntos:

“Eso no quiere decir que la música o la coreografía no funcionen por sí solas, porque sí lo hacen, pero si quieres vivir la experiencia completa, tienes que ver nuestro espectáculo”.

De cualquier modo, uno de los ingredientes que hace tan atractivo a este proyecto, es que no lo sabemos todo de ellos, y que siempre habrá alguna incógnita por revelar.

“Nuestra agenda siempre ha sido crear nuevas prácticas y formas de expresión al mezclar música, baile y vestuario; somos como músicos siendo bailarines, y como bailarines siendo músicos... Y no podemos separar eso… Si la gente que vive la experiencia se divierte y se va con preguntas sin responder, estamos satisfechos”.




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Inmediatamente quedamos sorprendidos por la euforia y la energía un tanto enigmáticas de sus primeros sencillos Stitch face y Hamayasan, que presentaban una fusión de techno y dance punk, y que en sus videoclips se hacía acompañar de animaciones e imágenes ligeramente perturbadoras.

¿Quiénes eran esos seres postapocalípticos, ataviados con pelucas fluorescentes y los rostros cubiertos?

La poca información que recibíamos decía que se trataba de un colectivo multidisciplinario de bailarines, músicos y artistas visuales radicado en Oslo, y que en sus primeras presentaciones, realizadas apenas en 2019, se registraron largas filas de ravers que poco a poco comenzaron a correr la voz sobre esta nueva propuesta.

Así que nos apresuramos a platicar con los integrantes de la banda, que a decir de ellos mismos está construida como una boyband tradicional, que incluye a un frontman llamado Shere Kahn; un cerebro creativo y responsable de los samples, Menski Penski; un guitarrista, Fenrik Fromage; un musculoso baterista apodado Cory; un percusionista que responde al nombre de Zorban Zorbé, y las bailarinas Ex-Batachina y Onika Odell.

-Han dicho que para crear su música huyen de los métodos de producción habituales, ¿cómo la hacen entonces?

-Es muy divertido trabajar con material de Tacobitch. Efectivamente, queremos salir de las formas habituales al crear música. Los hábitos son algo bueno, pero también es muy divertido intentar hacer algo de una manera completamente nueva. Siempre queremos desafiarnos a nosotros mismos, y al obligarnos a eliminar esos hábitos, podemos hacer algo nuevo y fresco, al menos para nosotros.

En Noruega tenemos una tradición en la que aproximadamente el 80% de los noruegos come tacos los viernes. Se llama "Fredagstaco" y es como el punto culminante de la semana para todos

“Realmente lo recomendamos: hagas lo que hagas, intenta hacerlo de otra forma y serás recompensado... Al menos que te vayas a casar”.

-Sabemos que su nombre está relacionado con la ingesta de tacos, ¿nos pueden contar más sobre ello?

-Todos los miembros de la banda vivíamos juntos, y en algún momento decidimos que sería divertido crear un ambiente realmente tóxico, en el que nos pusiéramos todo tipo de apodos que fueran acompañados por un “perra” (bitch). Por ejemplo: si Menski Penski estaba haciendo su tarea, le decíamos “Perra de tarea” (Homework-bitch) o si Zorban Zorbe estaba practicando sus malabares, le decíamos “Perra malabares” (Juggling-bitch)…

“Un viernes por la noche, decidimos hacer tacos para cenar. Aquí es importante decir que en Noruega tenemos una tradición en la que aproximadamente 80 por ciento de los noruegos comen tacos los viernes. Se llama "Fredagstaco" y es como el punto culminante de la semana para todos. Total que hicimos tacos, y cuando nos sentamos a comer, nos miramos y dijimos: 'Claro, somos un montón de tacobitches'.

"Nos pareció un nombre realmente divertido y decidimos llamar así a nuestra banda”.

-¿Saben algo de México, además de que también nos encantan los tacos?

-Sabemos que México fue fundado el 16 de septiembre de 1810, y que allí viven aproximadamente 125 millones 385 mil 833 personas encantadoras. Nos encantaría conocerlos algún día… Ojalá que en un futuro próximo. También sabemos que ustedes no han sido anfitriones del Campeonato Mundial de Fútbol desde 1986, así que esperamos con ansias el año 2026. Les prometemos que el equipo noruego los aplastará.

-Su primer EP se titula Humami. ¿Qué tan importantes son los sabores para ustedes?

-Amamos los sabores. Sin sabores, nada sabría...

“Nuestra especia favorita es la pimienta. Y creemos que puedes notar eso en nuestra música, porque es muy picante…”.

-Además de la música y la danza, ¿qué otras disciplinas escénicas incorporan a su propuesta?

-Incorporamos un montón de todo, desde comedia hasta artes visuales. Es algo de lo que mostramos en nuestros videos musicales.

“Realmente no hay límites para lo que puede esperarse de nosotros”.

Foto: Helge Brekke

-¿Cómo es para una banda nueva sobrellevar una pandemia como la que estamos viviendo?

-Es bastante difícil. El no poder tocar en conciertos y mostrarle a la gente lo que somos realmente nos devora el corazón. Pero hemos pasado bien este tiempo, creando nueva música, nuevas coreografías y otros elementos. Estamos ansiosos por mostrarles más, esperamos que les guste tanto como a nosotros.

-Para los que aún no los vemos en directo, ¿cómo es una actuación en vivo de Tacobitch?

-Somos siete personas en el escenario y tenemos un montón de sintetizadores, batería, percusión y guitarras para hacer todos los ruidos y sonidos que queramos… Tres de los siete son bailarines, y a veces también cantantes que están guiando a la audiencia a través de todo el alboroto que armamos.

-¿De qué parte de Oslo son y cómo es el entorno en el que nació Tacobitch?

-De muchos lugares; la mayoría de nosotros venimos de los suburbios de Oslo, que es un gran lugar para crecer. Uno de nosotros es de Stavanger, que es un lugar realmente aterrador.

“Afortunadamente se mudó de ese horrible lugar a Oslo, donde nos conocimos. Pero somos gente bastante ordinaria con una educación bastante ordinaria. Padres cariñosos, buenas escuelas y buenos amigos... Siempre hemos tenido espacio para la creatividad y la experimentación con diferentes expresiones”.

-¿Hay otros proyectos musicales de Noruega que les gustan o con los que se identifiquen?

-Hay mucha música fantástica que sale de Noruega. Desde lo alto de nuestras cabezas: Sassy009, Jouska, Combos y por supuesto Aurora, aunque a esta última seguro que la mayoría de ustedes ya la conocen.

-¿Qué sigue para Tacobitch? ¿Cómo nos van a sorprender en el futuro?

-Tenemos un montón de cosas por venir. Ahora que no hemos podido tocar en vivo por un tiempo, hemos hecho un buen uso de nuestro tiempo e hicimos muchas cosas divertidas y geniales, esperando que ustedes las vean. Qué es y cuándo sucederá, no se los diremos, pero les prometemos que les van a encantar.

-¿Algún mensaje para la gente que los está descubriendo en México?

-Que los amamos. Realmente esperamos que disfruten de lo que hacemos, y que se sientan libres de ser ustedes mismos en ese proceso. Esperamos conocerlos pronto…

Foto: Helge Brekke

Hagas lo que hagas, intenta hacerlo de otra forma y serás recompensado

INCÓGNITA GARANTIZADA

Esa es la experiencia Tacobitch: una propuesta de boyband, pero bastante retorcida, en la que de acuerdo con ellos mismos, lo divertido es que la música y el baile están tan entrelazados que funcionan mejor juntos:

“Eso no quiere decir que la música o la coreografía no funcionen por sí solas, porque sí lo hacen, pero si quieres vivir la experiencia completa, tienes que ver nuestro espectáculo”.

De cualquier modo, uno de los ingredientes que hace tan atractivo a este proyecto, es que no lo sabemos todo de ellos, y que siempre habrá alguna incógnita por revelar.

“Nuestra agenda siempre ha sido crear nuevas prácticas y formas de expresión al mezclar música, baile y vestuario; somos como músicos siendo bailarines, y como bailarines siendo músicos... Y no podemos separar eso… Si la gente que vive la experiencia se divierte y se va con preguntas sin responder, estamos satisfechos”.




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