Silvana Estrada se describe como distraída, y mala con los números, eso la hace no tener una dimensión precisa sobre el alcance que está teniendo su música, sin embargo con apenas un álbum de estudio, y para sorpresa de ella misma, ha tenido llenos totales en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, así como en distintas fechas alrededor de la República, y en países como España.
Silvana creció en un ambiente artístico, sus padres son músicos y eso la hizo acercarse al arte de forma natural. La poesía de José Carlos Becerra, Carlos Pellicer, Alejandra Pizarnik junto con la música de Violeta Parra, Mercedes Sosa y las grandes del jazz, han sido su fuente más grande de inspiración.
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“Siempre quise escribir y cantar, siempre leí muchos poemas y es la manera en que yo trato de expresar lo que me sucede”, asegura en entrevista telefónica para El Sol de México.
El reconocimiento a su trabajo no es exclusivamente de su público, Silvana se ha ganado un lugar entre grandes personalidades de la música como Jorge Drexler, Caloncho, Julieta Venegas, Mon Laferte y Natalia Lafourcade, con quien hizo una colaboración después de que la autora de Hasta la raíz la contactará por Instagram.
Sobre eso Silvana considera que “ha sido todo muy orgánico, la verdad es que yo nunca he buscado nada de eso, simplemente ha sucedido, la Nati me escribió un día, a Jorge Drexler me lo presentaron unos amigos, siento que así he entrado a una escena a partir de hacer música y cantarla, no he hecho otra cosa”.
Su trabajo es una mezcla de todas esas influencias musicales siendo el folk uno de los predominantes, en su búsqueda de encontrar sonidos diferentes a los que la industria musical más fuerte ha impuesto.
“Socialmente ha habido un reencuentro con el folklor, la tradición y los sonidos más orgánicos y siento que ha habido un renacer, bueno un poco con la moda también, pero creo que ahora debido a la situación en México y en Latinoamérica, en la frontera hay cosas que suceden que nos hacen voltear a ver nuestras raíces” expresa.
La cantante estudió un par de años en la universidad pero el tener que entregar tareas de jazz de los años 30, la hacía sentirse abrumada, “lo probé y aprendí muchísimo pero yo ya quería hacer otras cosas, quería explorar mi propia música, sentía que estaba perdiendo el tiempo y me fui para Nueva York”, ahí tocó y grabó con el guitarrista Charlie Hunter.
Pero la cantante asegura que sigue estudiando música, “soy fan de trabajar la voz, de cuidar mi registro, soy muy cuidadosa y responsable de mi instrumento y de ponerme en situaciones que me hagan explorar mi sonido mis colores, mis posibilidades vocales o musicales”.
El festival Cantares: Fiesta de Trova y Canción Urbana, se llevará a cabo el 27 y 28 de julio y más de 50 artistas tanto internacionales como nacionales forman parte del line-up del evento.