Entre reventa de boletos, estacionamientos callejeros y texanas se realizó el concierto de Christian Nodal en el estadio Centenario, ubicado en la zona norte de la ciudad de Cuernavaca.
Con 30 minutos de retraso las puertas del estadio Centenario se abrieron para dar acceso a los asistentes; entre empujones los fanáticos gritaban “cuidado con las señoras; hay niños”.
Convierten avenida Universidad en estacionamiento
Sobre avenida Universidad familias completas se dispusieron para rentar las calles como estacionamientos, con costos que alcanzaron los 100 pesos “tiempo libre”. Antes de las 19:00 horas la vialidad lucía con una kilométrica fila de personas que buscaban disfrutar de las canciones del cantautor mexicano, Christian Nodal.
“Aquí le echamos un ojito”, “pásele joven hasta el fondo”, gritaban niños y niñas que participaron como auxiliares en el estacionamiento callejero. Otras más sostenían letreros indicando que tenían lugares disponibles.
La avenida permaneció habilitada sólo en el sentido de sur a norte, con el fin de evitar mayor congestionamiento vehicular; la calle Campo Florido fue la única que estuvo cerrada al tránsito vehicular.
La banqueta también se convirtió en un corredor gastronómico, donde se ofrecieron tacos de tripa, bistec y pastor; barbacoa, tortas y demás alimentos, con el fin de que los asistentes pudieran llegar con el estómago lleno a cantar temas como Botella tras botella, No te contaron mal, y De los besos que te di.
En el lugar comerciantes ambulantes ofrecieron sombreros y texanas al estilo “Nodal”, tanto para hombres como para mujeres en 200 pesos. Había vendedores que permanecían sobre la acera y otros más iban y venían tratando de “cazar” clientes.
Revendedores
Los revendedores ofrecieron boletos de hasta 300 pesos para disfrutar del concierto de Christian Nodal.
Incluso hubo personas que, una vez que llegaron al lugar del evento, se arrepintieron de ingresar para escuchar al intérprete y decidieron revender sus boletos.
“Te doy 500 por los tres (boletos); me voy a arriesgar porque son boletos impresos, qué tal que le sacaste más copias”, le dice un revendedor a tres jóvenes que ofrecían boletos de entrada general que habían comprado vía internet en más de mil pesos.
Otra joven también decidió vender su boleto que adquirió originalmente en 500 pesos por 300 pesos.
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