Por primera vez en 42 años de carrera, La arrolladora banda el limón tardó prácticamente dos años en grabar un disco. La pandemia no sólo truncó su ritmo de hasta 30 conciertos por mes, sino el lanzamiento anual de nuevas producciones. Este fin de semana estrenan En contra de mi voluntad, con 14 temas inéditos, de los que han ido lanzando algunos sencillos en los últimos meses. “Nos enfocamos en estar trabajando para que el día que se abra esto estar vivos, hemos querido estar en comunicación con el público, aunque sea por vía internet, para que no nos olviden”, dice su fundador, René Camacho.
Cuenta que libera algo de la tensión por el cambio tan drástico en su ritmo de vida, recorriendo en bicicleta las cercanías de su casa en Mazatlán. “Lo hemos ido asimilando, se nos hizo muy duro al principio, una banda que tiene 24 conciertos al mes o a veces 30, o más, porque nos contrataban para todos los días y en ocasiones dábamos dos conciertos diarios, pues es un poco difícil. Después de andar de allá para acá corriendo en los aeropuertos para no perder los vuelos, me hacen falta esas corretizas, de alguna manera eso me servía para estar activo y ahora lo resiento”, agrega el líder de la banda que recientemente grabó con Mon Laferte Se me va a quemar el corazón.
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“Hemos tenido calma”, reconoce. “En lo que se ocupa uno es en el estudio de grabación y en los tiempos libres, me gusta hacer un poco de bicicleta, hago 24, 25 kilómetros, siempre me voy donde no hay mucha gente; mis amigos me extrañan, me dicen ‘ya te separaste de nosotros’, pero ya cayeron todos y yo no, gracias a Dios, porque vi que esto va en serio. Mientras no me digan otra cosa, tengo que ‘cortarlos’, los quiero, siguen siendo mis amigos, pero ellos lo tomaban a la ligera y les pegó a todos, no muy fuerte, pero todos se han contagiado”.
La banda comenzó a grabar En contra de mi voluntad en 2019 y a principios de 2020 estrenaron dos temas: Igual y Cómo te olvido; “hicimos los videos y los sacamos antes de la pandemia, estábamos trabajando en el disco, pero paró todo y se fue lentamente, nosotros sacamos un disco cada año, pero en esta ocasión no se pudo. Por ahí van a ver escenas que dirán ‘bueno ¿y estos cómo no se cuidaron?’, por la distancia y todo eso, pero es que lo hicimos antes, cuando teníamos otro mundo”, dice entre risas.
Con cierta incredulidad, el músico sinaloense reflexiona: “En lo que tengo de vida no había visto una cosa así. Se han parado conciertos por otras causas, pero esto de que tuvimos que parar por tanto tiempo no, jamás, todos estamos con problemas económicos y de todo tipo, los que nos quedamos al último somos los que divertimos a la gente”.
Así que han sido responsables, cuenta que en su casa extreman precauciones y sus hijos lo vigilan para que no se descuide. Dice que prefiere esperar el tiempo que sea necesario antes que “hacer un desaire” a alguno de sus seguidores que quiera tomarse una foto con él. “No hemos ensayado en este año por protegernos todos, somos 17 elementos y todos tenemos nuestra familia, no la podemos arriesgar”, agrega.
Pero es optimista y confía en que pronto volverán a encontrarse con su numeroso público. “Yo creo que ya estamos muy cerquita de tener una presentación, porque cada día se está poniendo más tranquilo el asunto, ya la gente sabe cómo cuidarse, los efectos de la pandemia han ido bajando un poquito; teniendo los cuidados, creo que pronto vamos a salir”.
Con buen ánimo, comparte que tiene un tema favorito de este nuevo disco. “Mi primer derrota me gusta mucho, soy abanderado de una de sus frases: ‘hígado me falta y alcohol me sobra’, ya se imaginará de qué va. Siento que va a arrancar bonito, es el más reciente corte musical de la Arrolladora, que ya es parte de los sentimientos de la gente, pegan mucho las canciones de desamor, nos hemos inclinado por esos temas y también por los que son medio chuscos, le gustan a la razita, yo he visto parejas que se han enamorado, se han separado y se vuelven a conquistar con otro tema nuestro”.