En El Cascanueces y los cuatro reinos, Clarase encuentra en un viaje extraordinario hacia un mundo paralelo. Un lugar tan desconcertante como hermoso, que está lleno de tierras mágicas y habitantes interesantes. Todo esto fue creado gracias a la imaginación del equipo de artistas, técnicos y diseñadores.
En la película, Clara viaja hacia los Cuatro Reinos para buscar una llave que abrirá un obsequio de su difunta madre, Marie. Pero cuando conoce a los regentes de tres de los reinos, descubre que su madre tiene una conexión especial con ese mundo paralelo. Dado que es hija de la reina Marie, Clara es venerada al instante, y los regentes deciden organizar un gran espectáculo en su honor. La elaborada puesta en escena, presentada en un escenario espectacular con Clara y los regentes en medio del show, cuenta la historia de los Cuatro Reinos a través de la danza.
La cinta es dirigida por Lasse Hallström y Joe Johnston, producida por Mark Gordon y Larry Franco. Sara Smith y Lindy Goldstein son los productores ejecutivos y Ashleigh Powell estuvo a cargo de la historia y del guión, que están basadas en el cuento “El cascanueces y el rey de los ratones”, escrito por E.T.A. Hoffmann, y en el ballet El cascanueces, escrito por Marius Petipa.
La película transcurre en Londres, en 1879, durante la era victoriana. “Pero nuestro mundo no es la era victoriana deprimente de Dickens”, afirma Guy Hendrix Dyas Dyas, diseñador de producción. “Es una versión optimista, aunque los Stahlbaum están lidiando con la muerte de Marie, su querida esposa y madre. Esa lucha se convierte en el trampolín para Clara, el viaje de autodescubrimiento de nuestro personaje principal”.
La inspiración del palacio en sí surgió de la arquitectura rusa. “Me gustaba el aspecto de las cúpulas en forma de cebolla”, dice Dyas. “Y el uso excéntrico del color en la mampostería y el ladrillo me hizo pensar en casas de galleta de jengibre. Sentí que era adecuado para la naturaleza de la historia del Cascanueces, y ayudó el hecho de que Rusia tiene una maravillosa historia cultural y conexión con el ballet”.
Asimismo, refirió que se crearon tres bosques en Pinewood para adaptarlos a las diferentes necesidades de la historia. “Había caballos que lo recorrían al trote, lo que requirió longitudes sustanciales en algunos casos”.