De perfil | Michelle Garza Cervera, la directora mexicana que formó parte de una banda punk

Michelle Garza Cervera, una de las cineastas referentes del terror mexicano, creció viendo en casa todo tipo de películas que le dejaban rentar sus padres; antes de iniciar su formación cinematográfica

Belén Eligio / El Sol de México

  · domingo 10 de noviembre de 2024

Michelle Garza Cervera, una de las cineastas referentes del terror mexicano. Foto: Cortesía / @mgarzacervera

La directora Michelle Garza Cervera creció en un hogar rodeada de creatividad, donde su familia siempre alimentó su amor por el cine. Hija de padres dedicados al diseño industrial y la arquitectura, gran parte de sus recuerdos de la infancia son pasar los fines de semana visitando museos, y por supuesto yendo a rentar películas.

Esa pasión la llevó a dedicar su vida al séptimo arte, convirtiéndose en una de las cineastas referentes del terror mexicanos gracias a su cinta Huesera (2022). Desde su residencia actual en Los Ángeles, donde está trabajando en su primera producción internacional, se enlaza a una charla con El Sol de México para recordar sus inicios.

“Mis papás me dejaban rentar lo que fuera, no tenían censura en ese sentido, pero si veían que ya había rentado algo muy oscuro me lo quitaban y no me dejaban verlo”, cuenta entre risas. “Casi desde adolescente sabía que tenía muchas ganas de hacer cine, si me ofrecían una clase extracurricular en la preparatoria, me metía a las de video”.

Su inclinación siempre estuvo hacia el cine de arte, y en esa exploración descubrió a directores como John Waters, Lucrecia Martel, David Lynch y Jim Sharman, quien dirigió El show de terror de Rocky, una de sus películas favoritas.

Rápidamente comenzó a asistir a cursos de cine en Coyoacán, donde adquirió sus primeras experiencias detrás de cámara. Los primeros ejercicios de fotografía que realizó fueron con sus papás, quienes posaban para ella, y la apoyaron cuando montó un set en stop motion en su casa.

La música le dio rebeldía

Además de las películas, la música es otra de las grandes pasiones que han marcado el estilo de Michelle al momento de crear arte. Desde una edad temprana fue partícipe de la escena de rock y punk de la Ciudad de México, acudiendo a tocadas e incluso siendo parte de algunas bandas.

Foto: Adrian Vazquez / El Sol de México

“Eso me dio una base social distinta a la del mundo del cine, mi fin de semana pasaba más en la escena musical. Me dio una rebeldía en la escuela, siempre iba en contra de los maestros más dogmáticos y llenos de reglas”, recuerda.

La cineasta platica que cuando sus profesores le dejaban como tarea hacer ejercicios de lenguaje cinematográfico, solía vestir a sus compañeros de mujer y proponer ideas distintas a lo que realizaban los demás.

Eso le valió una identidad como la joven que hacía horror y cine “trash”, dando así sus primeros pasos en un género que no estaba de moda en aquel lejano 2010, y forjando un estilo propio.

“No estaba tan enfocada en ir a festivales de cine como muchos de mis compañeros, no me importaba enfocarme en el cine de género”, narró. “A mí me veían como clase b, de un género un poco menor, eso me dio libertad porque las expectativas no daban tanta presión”.

Su amor por la música prevalece hasta la fecha, pues actualmente forma parte de la banda Forra, la cual comparte con amigas que conoció cuando realizó su maestría en Londres, De este proyecto, que las llevó a presentarse en Buenos Aires, se desprende el tema Pantera, que aparece en el soundtrack de Huesera.

La huesera que cambió su vida

En 2022 se lanzó el proyecto que marcaría un antes y después en su carrera: la cinta de terror Huesera, que la llevó a obtener el premio a Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y a Mejor Dirección en el Festival Feratum, en México, además de liderar las nominaciones al Ariel en 2023, en 17 categorpias, de las cuales ganó Mejor Guion Original, Ópera Prima, Maquillaje y Efectos Especiales.

El haber concretado ese largometraje fue producto de una serie de pequeños pasos que dio desde su etapa estudiantil, filmando cortometrajes como Isósceles, su primer corto grabado en 35 mm, que llegó a un festival de cine latinoamericano.

Al momento de aplicar a la maestría en Londres, les mencionó su interés por rodar una película de terror, y ese apoyo fue su primer gran paso para culminarlo. Enfocada en impulsar su guion, aplicó a una serie laboratorios y apoyos gubernamentales, que finalmente la llevaron al set después de la pandemia.

La idea del guion, que sigue a una mujer embarazada quien empieza a sentir presencias sobrenaturales y a dudar de su maternidad durante la gestación, surge a raíz de la muerte de su madre en 2014, hecho que la llevó a una reflexión sobre dar a luz.

Durante ese proceso recordó a su abuela paterna, quien tomó una decisión similar a la que la protagonista de su cinta toma al final. “El cine es para hacerle justicia a personajes ignorados o no entendidos”, opinó la también directora en las series Marea alta y La hora marcada.

“Era una mujer muy juzgada en casa y de la que casi no podíamos hablar, no decíamos su nombre. El proceso de pérdida de mi madre me llevó a hacerme preguntas y me empezó a dar mucha intriga, cómo un personaje tan demonizado es una mujer”.

La realizadora confiesa que a veces le cuesta trabajo creer hasta dónde llegó este proyecto, que la llevó a viajar por todo el mundo, y a seguir recibiendo hasta la fecha invitaciones para entrevistas y coloquios, pláticas sobre feminismo y psicoanálisis.

Alista su debut en Hollywood

Actualmente Michelle trabaja en una nueva adaptación de La mano que mece la cuna, la cual es su primera incursión en Hollywood, que llegó a sus manos luego de que los ejecutivos de 20th Century Studios conocieron su trabajo por Huesera.

Foto: Adrian Vazquez / El Sol de México

Según detalla, ellos mismos le preguntaron si tenía alguna idea para un remake de dicha cinta, original de 1992.

“Llevaban más de cinco años escuchando propuestas para este título, y nada les había gustado, hasta ésta. Ahí entendí que el estudio estaba abierto a reimaginar por completo la película original”.

Garza opinó que actualmente el reto de un remake radica en darle una identidad propia, para que sea una pieza que se sostenga por sí sola, y a la vez haga justicia a su predecesora.

“Tener respeto a la obra original, pero hay un punto donde ya se analizó bastante, y uno se tiene que separar por completo, porque no puedes tratar de cumplir expectativas de la película original. Es honrar la identidad propia del nuevo proyecto”.

Apuesta por México

En las semanas que lleva trabajando en Hollywood se ha percatado que en nuestro país el trabajo femenino tiene más presencia que en Estados Unidos, especialmente en el área de la fotografía.

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“Tenemos muchas cinefotógrafas, que son de las mejores en Latinoamérica y México. Acá no tienen tantas mujeres en cámaras, México ha hecho una gran labor. Hay grandes maestras y cinefotógrafas que impulsan el trabajo de otras”, contó.

Dentro de sus planes a futuro está la creación de una productora, con la cual genere más trabajo en México, y a su vez fomente el cine de horror. “Hay mucho espacio interesante, hay un área con terreno fértil”, finalizó.