Derivado de la escasez de agua el arroz disminuyó su siembra en más del 70 por ciento en los últimos 20 años dentro del ejido Eusebio Jáuregui, uno de los nueve que existen en el municipio de Cuautla.
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Así, frente a la caída del producto, la alternativa para los ejidatarios fue emigrar a otro tipo de productos que les dieran mejores ganancias. Uno de ellos: la creación de viveros. El otro es la producción de mojarra en una unidad piscícola, aseguró Sergio Octavio Tenorio Chávez, comisariado ejidal.
Antes el arroz era el fuerte de los productores, hoy ha pasado a segundo término, desplazándolo el viverismo, y en tercer lugar está la producción de mojarras
Agregó: “El arroz está en peligro de extinción, suena duro pero así es. Ha venido muy a la baja por la escasez del agua, al grado de que en 20 años ha disminuido hasta en un 40 porciento el afluente del manantial, lo vemos porque el agua ya no llega hasta donde está la carretera del Hospital, como era antes en el campo que conocemos como La Calavera”.
Alternativas a la producción de arroz
Debido este serio problema los ejidatarios han tenido que emigrar a otros productos, como la mojarra y el viverismo, los cuales ya proliferan en los campos de la Eusebio Jáuregui en las últimas décadas.
Las unidades piscícolas que se ubican a un costado de las escuelas Conalep y primaria Felipe Carrillo Puerto, y la del Hospital, son las únicas que existen en el municipio de Cuautla, con una producción de tres toneladas de mojarra tilapia al año.
Son dos hectáreas, unos 20 mil metros de extensión donde se produce la mojarra, cuya principal producción se planea dentro del primer trimestre del año para la venta en Semana Santa, mientras que en el resto del año la producción disminuye.
“Al año, desde 2010 que el ejido recuperó esta unidad piscícola, se ha mantenido estable en producción, aunque su carne se ha tenido que incrementar en al menos 10 porciento debido a la alza de los insumos, lo que se ve reflejado en el precio de venta”, comentó el entrevistado.
Esta unidad la inició con un grupo de madres solteras en el año de 1983: “Era al inicio una unidad piscícola de la mujer, la trabajaban solo madres de familia para obtener ingresos, pero al cabo de algunos años terminaron por perderla, y el proyecto lo recuperó el ejido”.
Detalló que se hizo un traspaso con el cambio de documentación para que el ejido pudiera levantar el proyecto, “de eso ya tiene14 años; afortunadamente se viene trabajando bien, con una producción estable anual”.
Casi a la par, comentó, floreció el negocio de los viveros que viene trabajando una tercera partedel grupo de 70 ejidatarios que conforman actualmente el ejido de Eusebio Jáuregui.