“Estambres Mish by Betty Traconis es un pedazo de mi corazón. Te puedo decir que el slogan que inventé: Ven a tejer el alma, es porque cada vez que tejemos dejamos un pedacito de nosotros en esa pieza”, relata Betty mientras lleva sus manos hacia el centro de su pecho para tomar aire y expresar lo que para ella significa su negocio.
En abril pasado, y luego de haberse retirado del ámbito laboral, decidió emprender su negocio, encumbrado en el poblado de Ahuatepec; cuenta convencida de que invertir en Cuernavaca es confiar en su gente, y en los maravillosos rasgos que la caracterizan como su clima, la magia que ella recuerda desde esa infancia en la que visitaba a su abuelo, y luego a sus padres que decidieron venir a vivir aquí.
Los estambres que comercializa son traídos de estados como Tlaxcala, Puebla, incluso importados de Turquía, “la diferencia de mis estambres a otros, es que son de calidad, a buen precio, y un trato personalizado porque créeme que la gente viene a visitarme me platica, y si tengo que decir que la couch, pero también ellas lo hacen conmigo. Me dan vida”.
Los precios en los estambres van desde los 45 pesos, hasta los 400 el medio kilo; entre otros de los productos también se encuentran hilazas, lanas, acrílicos, y trapillos; ganchos, agujas, nacionales e importadas hechas de plástico y aluminio, “acabo de iniciar con un perfume, huele delicioso”.
El crecimiento que busca no es solo para ella, pues ha comenzado a buscar a mujeres que puedan formar su propio negocio por medio de “círculos de amigas que tejen, que tengan en su casa una esquina Mish, porque además de que harán lo que les gusta recibirán una buena comisión. Es para todas las mujeres, y porque no, para los hombres también”.
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