El gigante surcoreano Samsung introdujo este domingo su nuevo teléfono móvil de alta gama, el Galaxy S9, pensado para sacar provecho a la realidad aumentada, al arrancar de manera oficiosa este domingo el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona.
Ausente el año pasado, Samsung se benefició de las presentaciones más discretas de sus rivales de las telecomunicaciones para lograr que la estrella de la jornada, previa a la apertura oficial del MWC el lunes, fuera su nuevo teléfono bandera.
Dotado de tecnología que permitirá el uso de aplicaciones de realidad aumentada, el Galaxy S9 posee un diseño renovado, pero conserva sus bordes curvos y confirma la tendencia entre los fabricantes: la pantalla abarca casi la totalidad de la cara frontal del aparato.
Éste, disponible al público a partir del 16 de marzo, será capaz de transformarse en un PC, gracias a la utilización de una serie de accesorios, e incluye la posibilidad de desbloquearlo ya sea mediante clave, huella digital, reconocimiento facial o escáner de retina.
El gigante surcoreano había adelantado que su nuevo teléfono, cuyo precio puede incrementarse sensiblemente con respecto al Galaxy S8, tendrá mejoras sensibles en su cámara.
"Los nuevos S9 parecen muy prometedores (...). Por ahora, son innovaciones incrementales, sin una ruptura total. Samsung tendrá que hacer uso de su máquina de marketing para posicionar correctamente estos nuevos teléfonos inteligentes", comentó Thomas Husson, vicepresidente y analista principal de Forrester Consultant.