La producción de lácteos en la comunidad de Quilamula se recupera paulatinamente; sin embargo, tal situación no es suficiente para frenar la migración, por lo que se busca como alternativa el aprovechamiento de las plantas medicinales, de las cuales hay más de 400 especies en la zona.
Quilamula es otra de las comunidades enclavadas en la reserva de la Sierra de Huautla, en Tlaquiltenango.
La mayor parte de la población de Quilamula es de origen criollo, además hay personas provenientes de Guerrero y de las comunidades locales cercanas, como Huautla.
Para llegar a la localidad se camina junto a una barranca rodeada de cerros, que hace un año, debido a la creciente de agua, quedó incomunicada. La gente de la comunidad vive de las labores del campo, de la ganadería, la cría y engorda de ganado, así como de la producción de leche y sus derivados.
Veinte familias, por lo menos, se dedican a la producción pecuaria, así como a la venta de sus productos fuera del poblado, en las comunidades vecinas, rancherías y otros municipios, como Jojutla y Zacatepec.
En la zona predomina una fauna generosa, pues en ella se encuentran:
- Armadillos
- Pecarí de collar
- Venado de cola blanca
- Coyotes
- Apaches
- Tejones
- Conejos
- Serpientes de cascabel
Los pobladores, para sobrevivir, se dedican a la caza, fuera de tiempo de veda.
Varias familias conservan de manera celosa las recetas de la medicina tradicional, en las cuales emplean plantas, cuyos propiedades sirven para aliviar ciertas dolencias. Por eso, se pronuncian por rescatar ese tipo de flora y recursos naturales.
Al respecto, Obed Cazares Carreño, oriundo del lugar, declaró:
"Dentro de las plantas medicinales son muchas las especies que la gente utiliza, como el árnica, el coatacomate, la jarilla, el bonete, el cuachalalate y el cacaloxochitl".
Añadió que hay una lista de 400 especies medicinales en la reserva de la biósfera de la Sierra de Huautla; "resolvemos padecimientos cotidianos como dolores de estómago, vómitos, diarrea, piquetes de alacrán, que es muy común aquí en esta zona", comentó.
“Participamos en la conservación de los recursos, ya que aquí vivimos y de ellos tenemos que sobrevivir; de eso se logran los ingresos económicos”, expuso.
En consideración a lo anterior, invitó a los visitantes a no talar ni arrancar de raíz la flora local, al tiempo que los conminó a conocer dicha riqueza natural.