El clima de los Altos de Morelos favorece la producción de una de las frutas más ricas de México: el durazno. Ya sea natural, en almíbar; como fruta seca, en mermelada o en cualquier presentación, su sabor es único y durante mucho tiempo ha deleitado a muchísimos paladares.
Morelos produce 573 hectáreas de durazno y Ocuituco es el municipio donde mayormente se da esta fruta.
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Sin embargo, de acuerdo con Ángel Delgadillo, ingeniero y coordinador de la campaña contra moscas de la fruta del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Morelos (Cesvmor), la producción del fruto ha ido a la baja en los últimos años, pues mientras en 2005 se tenía una superficie activa de durazno de 1,500 hectáreas, en 2022 se registraron solo 527 hectáreas activas y se prevé que este 2023 la cifra disminuya; es decir, a la fecha la producción ha disminuido casi en 60 por ciento en 17 años.
En Morelos, los productores deben enfrentar la escasez de apoyos gubernamentales, así como las inclemencias del tiempo, lo que genera que en ocasiones opten por sembrar otros productos que les generen mayores rendimientos.
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Ángel Delgadillo informó que en la actualidad los municipios de Huitzilac, Ocuituco, Tepoztlán, Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Totolapan, Yecapixtla y Zacualpan son los principales productores de durazno, según el último reporte de producción de durazno hecho por el Cesvmor. Dicho informe señala que Morelos tiene 573 hectáreas de durazno, las cuales se dividen de la siguiente manera: Huitzilac con cinco hectáreas, Tepoztlán con ocho, Totolapan con 22 hectáreas, Tlalnepantla con 24, Yecapixtla con 40, Zacualpan con 54, Tetela del Volcán con 183 hectáreas activas, y el municipio con mayor producción es Ocuituco, con 237 hectáreas.
Todos esos municipios logran una producción promedio de cuatro mil 712 toneladas de durazno.
“Autoridades dan lo que quieren cuando quieren”
En la comunidad de Achichipico, en Yecapixtla, vive Agustín Rodríguez, quien desde hace una década se dedica a la producción de duraznos, maíz, tomate y pepino.
La falta de apoyos complica la producción no solo de duraznos, sino de cualquier cultivo; “las autoridades dan lo que quieren cuando quieren”, afirma.
La falta de modernización de equipo para trabajar la tierra, así como de apoyos para el campo es lo que ha provocado que la cifra de tierras activas de durazno disminuya; incluso, muchos productores de esta fruta han preferido sembrar otros productos más fáciles y económicos, asegura.
“Las autoridades creen que nos engañan con un poquito de abonito, pero ni siquiera eso lo hacen bien; al año nos dan dos bultos de fertilizante cuando necesitamos mucho más”, asegura Agustín.
Señaló que el que los productores no cuentan con tierras propias recurren a rentarlas, lo que representa un gasto considerable, pues una tarea se renta aproximadamente en mil 100 pesos; además, el productor debe de contemplar otros gastos como peones, quienes logran al día un sueldo de casi 400 pesos, más agua, fertilizantes y demás gastos.
Dijo que en una hectárea de durazno bien cultivada ellos invierten hasta 50 mil pesos y actualmente la caja de 20 kilos de durazno revuelto se vende en 200 pesos promedio.
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