Empresarios de eventos sociales, conocidos también como Turismo de Romance, se organizan ante la indiferencia oficial para exigir a las autoridades que los dejen trabajar al menos con un mínimo de su capacidad, como se hace con otros giros comerciales, ya que se encuentran en una situación desesperada, pues han tenido que cancelar a consecuencia de pandemia aproximadamente 33 mil eventos, cuyas pérdidas son incalculables, lo que habría dado como consecuencia la pérdida de 90 mil empleos directos e indirectos, así lo expuso el Presidente de la organización Pro Tu Boda Morelos, Néstor Figueroa León.
Destacó el representante de este sector empresarial que desde el mes de marzo del año pasado a la fecha es que se ha cancelado este número de eventos, principalmente bodas, pero además, desde finales del año pasado y el inicio de este, con la expectativa de que la pandemia iba a disminuir se planearon muchos de los eventos pospuestos en los meses anteriores, pero al ampliarse el semáforo rojo, todo el mes de enero, quedaron en una situación muy complicada.
Explicó Néstor Figueroa que están enfrentando muchos de los empresarios de este sector demandas en la Procuraduría Federal del Consumidor, porque quienes habían contratado sus servicios para realizar una boda o cualquier otro evento, ante la extensión de la contingencia, exigen la devolución total del dinero que ya habían dado para los preparativos, sin tomar en cuenta que el empresario tuvo que invertir estos recursos para la compra de todos los preparativos, y ahora están desprotegidos legalmente porque ni cuentan con ningún sustento legal que los ampare, porque los eventos se suspenden por órdenes de las autoridades sanitarias, pero ellos quedan a la deriva.
Es por ello que destacó que desde hace meses, han estado en busca de tener una reunión con las autoridades sanitarias, de economía y de turismo del estado para exponerles la complicada situación en la que se encuentran, y pedir su apoyo para que les permitan trabajar con un mínimo de afluencia y con el cumplimiento de todas las normas sanitarias, como se les permite a hoteleros, restauranteros y comerciantes, entre otros, pero simple y sencillamente los funcionarios estatales, ni nos contestan nuestras llamadas "ni nos ven, ni nos oyen, y nos ignoran por completo".
Néstor Figueroa cuestionó esta indiferencia oficial, pese a la importancia de su sector en la promoción y fomento del turismo, ya que resaltó que cada grupo de invitados a bodas y demás eventos que acuden a sus jardines y salones, llegan a Morelos y se hospedan aquí y acuden a restaurantes y lugares de interés, pero tal parece que esto, las autoridades lo desconocen o simplemente no les interesa.