Desde niño, Marcelo agarró el gusto por las manualidades, empezó elaborando carros con hojas de maíz y actualmente vende juguetes, elaborados en forma de burros cargados con leña y una cazuela, en eventos que se realizan en la entidad y en las ferias de Guerrero.
Marcelo Pérez Arias, platica que cuando tenía ocho años su padre lo mandaba al campo a quitar la hierba a la milpa y con las hojas secas aprovechaba para elaborar carros, utilizando una espina de maguey como aguja; él se divertía con sus juguetes pero no imaginó que, años más tarde, de ahí llevaría el sustento económico a su familia. Es originario del Estado de México pero vive en Morelos desde 1950, cuando ya tenía 20 años, también trabajó en la construcción de casas en Cuautla pero dice que la albañilería no le gustó porque es un trabajo muy pesado.
Entonces, decidió continuar con el trabajo que empezó de niño y actualmente oferta sus piezas en los eventos del Jardín Borda, en Cuernavaca, en fiestas en Xochitepec y Jojutla.
Las figuras son el adorno de los hogares mexicanos, dice, y para él es un orgullo que sus productos elaborados a mano gusten a los morelenses.
En mi casa nadie los elabora, ellos tiene otro trabajo, no tienen interés en estas piezas