La falta de mano de obra en el campo morelense es uno de los principales problemas que han caracterizado a la crisis que enfrenta el sector y, de acuerdo con Mauricio Rodríguez, ejidatario de Cuautla, parte de esta problemática se debe a los programas sociales del gobierno federal, apoyos económicos que reciben jóvenes y adultos mayores, quienes han ido abandonado los cultivos paulatinamente. De acuerdo con Rodríguez, esta situación ha afectado la producción de cultivos tradicionales como el arroz y la caña de azúcar.

"Realmente ya no hay mano de obra. Aparte de que regionalmente no tenemos mucha agua, debido a los dos años de sequía que tuvimos Tampoco contamos con mano de obra, y esto se debe en gran parte a los apoyos sociales", dijo Rodríguez.

El arroz, cultivado históricamente en Cuautla, ha dejado de ser rentable precisamente por la escasez de trabajadores dispuestos a laborar en el campo y la baja rentabilidad del grano. Esta situación ha llevado a buscar nuevas formas de producción a través de la tecnología, como ya ocurre en los cultivos de caña de azúcar, en los que el uso de drones para aplicar fertilizante ya es una realidad.

"En el caso de la caña, la gente ya no quiere salir a cortar porque prefieren recibir sus programas sociales y no trabajar en el campo. Tenemos una crisis de mano de obra y lo único que nos queda es tecnificar", agrega Mauricio Rodríguez.

El productor agregó que, en comparación con otros países, México se ha rezagado en la industrialización de la cosecha de caña, lo que hace necesario seguir tecnificando el cultivo para atender la escasez de mano de obra.

"La cosecha de caña en otros países ya se ha industrializado. Solo en México seguimos cortando caña de manera tradicional. En lugares como Miami, Centroamérica, Brasil e India utilizan cosechadoras de caña".

El productor aclaró que el ejido de Cuautla no está en contra de los programas sociales y los beneficios que representan para las familias, y reconoció que la baja rentabilidad en la producción de arroz y caña de azúcar no es capaz de ofrecer salarios competitivos a los trabajadores.