"A nosotros no, nos avisan si va a subir la gasolina, simplemente cuando acudimos a abastecernos nos dicen cuesta tanto y ya, tenemos que comprarla", señalaron empresarios gasolineros del estado, quienes recordaron que del 31 de diciembre del año pasado al 19 de enero de este año, se tuvo un incremento promedio en el precio por litro de la gasolina regular de 96 centavos, lo que representó un aumento del 5.3 por ciento, siguiendo la misma tendencia en febrero, por lo que a la fecha el precio alcanza en algunas estaciones más de los 21 pesos por litro.
Todo ello, explicaron los empresarios que demandan el anonimato, "para no tener fricciones con sus representantes de la Asociación de Gasolineros que encabeza César Ulloa, a pesar de que este no emite ninguna información", de acuerdo a los expertos en finanzas internacionales a que dicha alza en estos combustibles se debe a la recuperación que tiene el crudo, o petróleo a nivel internacional tras la afectación por la pandemia por lo que se asegura que se habrán de seguir dando de manera gradual incrementos como ya se tienen, "pero sin el riesgo de que se dé un gasolinazo o incremento considerable".
Ante este panorama explicaron los empresarios es por ello por lo que hay estaciones en las se ha comenzado a vender el litro de la gasolina Premium en más de 21 pesos el litro y la magna en más de 19 pesos, lo que ha provocado que sus ventas disminuyeran en un 35 por ciento.
Indicaron por otra parte que hasta el año pasado había un promedio de 145 estaciones de gasolina en el estado, número que ya se incrementó en lo que va de este año, pues se han abierto otras estaciones más, pero de estas no se tienen los números exactos, sin embargo estimaron que de las gasolineras existentes un 20 por ciento aproximadamente han dejado de ser franquicia PEMEX y han buscado otras franquicias como G-500, pero aseguraron "la mayoría confía y se mantiene firme con PEMEX".
La disminución en las ventas del combustible por la contingencia y por la variación en los precios, reconocieron los empresarios entrevistados, ha provocado que la mayoría trate de reducir sus costos de operación, pues estos se han incrementado, al tener que capacitar a sus trabajadores sobre el manejo de la situación y en el uso de desinfectantes, además de que algunos se han contagiado y han tenido que dejar de laborar y otros se han jubilado, pero a pesar de ello continúan trabajando cumpliendo con todas las normas sanitarias y de seguridad.
Explicaron que una estación de gasolina tiene en promedio 12 empleados, una mediana de 16 a 20 y una grande hasta 30 trabajadores e insistieron en que son una de las empresas más reguladas y supervisadas, tanto por las autoridades, Ambientales, de Protección Civil y por la Comisión Reguladora de Energía Federal, lo que garantiza que sean establecimientos muy seguros, en los que difícilmente se registra una contingencia.
Pero al igual que otros negocios, explicaron, en las gasolineras se padecen los embates de la delincuencia y la inseguridad, pues no hay estación que no haya sido asaltada o por lo menos que en algún momento uno de los automovilistas se vaya sin pagar, sin importarle si arranca la manguera de suministro del combustible, lo que genera riesgo de un siniestro, pero destacaron que "por fortuna nuestro personal está capacitado para saber qué hacer en esos casos y no ha pasado a mayores", pero insistieron en que la delincuencia e inseguridad se ha incrementado en lo que va del año.