De acuerdo con datos obtenidos mediante una encuesta realizada por la Academia de Ciencias de Morelos entre miembros de la comunidad científica local, el 97% de los consultados considera que los cambios implementados por la administración del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo en las áreas de ciencia y tecnología son negativos y hacen un llamado a no atentar contra el desarrollo de México y detener los recortes al presupuesto de ciencia, tecnología e innovación.
Investigadores adscritos a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, a la Universidad Nacional Autónoma de México Campus Morelos, al Tecnológico Nacional de México así como de instituciones de investigación y educación superior radicados en la entidad coincidieron en su mayoría que su situación actual, comparada a la de hace tres año es peor, y más del 70% indican no contar con presupuesto para investigación en el 2019, lo cual representa un duro golpe tanto a los científicos como a las instituciones.
Asimismo, los científicos encuestados señalaron que históricamente el presupuesto para investigación ha tenido su origen en los programas propios de cada institución y en segundo lugar en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Dada la importancia de ésta última institución, es importante conocer que el 86% de los encuestados reprueba los cambios que ha sufrido y añadieron que sería apropiado fomentar reuniones y foros de discusión entre el gobierno y la comunidad científica para plantear posibles estrategias a seguir a fin de lograr mayor presupuesto para el desarrollo de investigación e infraestructura.
En este sentido, a nivel nacional varios representantes de la comunidad científica han manifestado su preocupación ante la imagen negativa que desde algunas esferas señalan a la investigación y la docencia universitaria como “partícipes y beneficiarios de excesos, corrupción y despilfarro de recursos públicos”, rechazando tajantemente estos señalamientos.
Los investigadores en México están acostumbrados a trabajar con presupuestos restringidos y a ser fiscalizados por órganos académicos y administrativos tanto de sus instituciones e incluso del propio CONACyT y están conscientes de que estos sistemas pueden transformarse o perfeccionarse pero desean participar en este proceso de discusión y evaluación, así como en las propuestas de cambio o diseño de alternativas sin ser excluidos.
Los científicos mexicanos hacen un llamado urgente a impulsar una reforma fiscal de fondo, que, además de ser indispensable para la economía y la buena marcha del país, fomente la inversión privada en ciencia y tecnología, para que ésta sea parte importante de al menos el 1% del Producto Interno Bruto en este rubro.