Alberto Trujillo Campos, investigador del Campo Experimental del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Zacatepec, rechazó que el maíz costeño mejorado sea “transgénico”.
El especialista en la investigación del programa de maíz explicó que la variedad “costeño mejorado” se deriva de una criolla denominada “costeño” que los productores tenían como sobresaliente para la producción de elote y maíz.
No obstante, a raíz del interés y ventajas, se inició el mejoramiento genético para conservar el grano y elote grande, al mejorar otras características del tamaño de la planta, calidad del grano y acame de la planta por el peso de la mazorca.
El éxito de la variedad logró conservar un grano suave, grande y dulce en su periodo de elote, y es un maíz abundante con mazorcas grandes que se vende por volumen. La semilla es mexicana y es producida por organizaciones a nivel comercial, y a pesar de que se liberó hace 25 años aún es del gusto del productor.
El investigador rechazó que sea una semilla “transgénica”, pues mencionó que es un maíz antiguo del estado de Morelos, mejorado con métodos de selección convencional, de mejoramiento de poblaciones;
No tiene nada que ver con los maíces transgénicos que se producen en laboratorios
Asimismo, mencionó que los productores lo prefieren por el tamaño del elote y el grano, pero también que el forraje es suave para el ganado, el cual tiene mucha demanda.
Señaló que en el Campo Experimental del INIFAP en Iguala, se produjo otra variedad que también se consume mucho, el H515, otro grano hibrido que ha ganado premios de la industria de la maza, la tortilla y la harinera, por ser muy particular para la producción de tortillas, el cual ya tiene 15 años en el mercado.
Rechazó que en Morelos o en México se cultiven maíces transgénicos, porque están prohibidos para la siembra, aunque no se descarta la siembra controlada que no corre el riesgo de contaminación con los maíces criollos.
Explicó que a pesar de que no se ha demostrado, los transgénicos se caracterizan por que generan por sí mismos una toxina, que es un insecticida para plagas, no obstante, expuso que se les denomina “maíz BT” y el riesgo es que no sólo afecte al gusano o plagas, sino que por su misma polinización libre, a los maíces nativos. Sin embargo, indicó que se han hecho pruebas en ratas de laboratorio, las cuales han arrojado problemas, pero no se ha probado en humanos.
Cabe destacar que el cultivo de maíces transgénicos se produce en los Estados Unidos, Brasil y Argentina, ya que en Europa se empezó a sembrar pero después al conocer los efectos, se dejó de sembrar y se prohibió por el daño ecológico que representa.