Cae la venta de banderitas mexicanas en Cuautla

Para muchos comerciantes, septiembre es una temporada alta que les permite generar un colchón económico para los meses venideros

Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

  · miércoles 13 de septiembre de 2023

La venta de banderas en el mes de septiembre disminuyó considerablemente. / Gude Servín | El Sol de Cuautla

El mes patrio, un tiempo de celebración y orgullo nacional en México, representa en esta ocasión un sabor agridulce para los comerciantes de arreglos tricolores del Centro Histórico de Cuautla, ya que, de acuerdo con José Serrano, las ventas de los productos es baja.

Ubicado en una esquina estratégica de la Alameda, José Serrano observó una disminución significativa en el número de personas que buscan adornar sus hogares, negocios y/o vehículos con los colores nacionales. La disminución en el interés del público es evidente y preocupa a quienes, año con año, esperan estas fechas para obtener una parte significativa de sus ingresos.

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"Estamos a solo dos días del Grito, y las ventas están muy bajas. La tradición se está perdiendo", dice el comerciante.

Una de las razones que podría explicar esta baja en las ventas es el cambio en las celebraciones. Pues en años anteriores, las plazas y calles se llenaban de festividades y eventos públicos que incentivaban a la población a sumarse al espíritu festivo; sin embargo, la situación podría haber cambiado debido a diversos factores, entre ellos, el contexto global de salud, la situación económica o un cambio cultural y de valores en las nuevas generaciones.

Los precios de los productos que José Serrano ofrece son variados, desde cornetitas de diez pesos hasta vestidos tradicionales por 180 pesos. Pero incluso con precios accesibles, la respuesta del público es limitada.

Es fundamental considerar el impacto económico que esta disminución en las ventas tiene para los comerciantes. Para muchos, el mes de septiembre es una temporada alta que les permite generar un colchón económico para los meses venideros.

"Faltan dos días para el quince y vamos a ver, primeramente Dios sí vamos a vender algo. Estamos medio tristes porque no vendemos, pero ojalá que entre hoy y mañana podamos vender más", agrega el vendedor.

El desvanecimiento de esta tradición no solo afecta económicamente a los comerciantes, sino que también refleja un cambio en la forma en que la sociedad celebra y valora su identidad y su historia.

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