Las consecuencias que el Covid-19 ha dejado a nivel mundial son los que han hecho que el precio de algunos alimentos en Morelos caiga, por lo que prácticamente los productores están dejando perder sus tierras.
David Padilla Marín, presidente estatal Barzón, señaló que los precios sumamente bajos que se han registrado en los alimentos del campo tiene que ver con la oferta y la demanda, siendo el campo uno de los sectores más afectados a nivel nacional pues no hay compradores.
Ahora es más común ver publicaciones en redes sociales de ciudadanos que piden a las personas ir y ayudar a determinado sujeto que vende en las calles sus productos a precios muy baratos, ya que no es rentable para los productores tratar de negociar los precio de alimentos como pepinos, elotes, chiles o jitomates en los mercados.
“Por eso hemos visto que políticos están regalando alimentos a las personas más vulnerables, porque ahorita esos cultivos prácticamente valen nada”, dijo el entrevistado.
Uno de los alimentos que más se ha visto afectado económicamente es el pepino, el cual se puede encontrar en dos pesos por kilo en las calles o en algunos municipios es gratis, esto para evitar que toneladas se descompongan bajo los rayos del sol; sin embargo, el presidente del Barzón destacó que esto representa pérdidas económicas para los productores, pues al no tener dónde vender sus productos lo único que obtienen son perdidas.
El entrevistado señaló diferentes factores mundiales que afecta a la población, incluso en el ámbito local, son la caída del precio del petróleo, la falta de personas en las calles, el cierre de mercados, el bloqueo de fronteras (estos tres a causa de Covid-19) y la sequía que enfrenta el estado de Morelos y esto repercute en la venta de productos del campo a nivel nacional.
Todo esto es consecuencia de los diferentes fenómenos que se dan a nivel mundial, pero que nos afectan localmente, todo está barato en los mercados pero no hay quién lo consuma porque incluso el llevarlo a los mercados representa pérdidas económicas para los compañeros.
Lo anterior ha generado que muchos productores entren en desesperación y se pongan a venderlo en las calles con precios prácticamente regalados.