Para llegar al centro ceremonial del cerro Tonantzin, en Tlayacapan, tienes que atravesar plantíos de nopal. Ubicado sobre la carretera Xochimilco-Oaxtepec, este cerro también es conocido como “La Esfinge Mexicana” debido a su forma, que recuerda al perfil de la Gran Esfinge de Guiza, la famosa escultura egipcia que, según se cree, representa la sabiduría y el poder del faraón Kefrén.
“El cerro se sigue considerando un lugar sagrado, un espacio lleno de energía. Se realizan ofrendas, tanto buenas como malas”, nos cuenta Blanca Quintanar, una guía turística de la touroperadora Ahuacatl Tours, que realiza actividades de senderismo los fines de semana en este pueblo mágico. Uno de sus destinos principales es, precisamente, el Tonantzin.
Centro ceremonial
Estamos en una cueva. Para llegar aquí, hemos tenido que subir el cerro en un ángulo de unos 45 grados. No ha sido una labor sencilla, especialmente teniendo en cuenta el recorrido previo para llegar hasta aquí, pero ha valido la pena. Este punto, ubicado en las estribaciones del corredor biológico Chichinautzin, uno de los lugares más ricos en flora y fauna en el estado de Morelos, ofrece una de las mejores vistas del valle que se extiende hasta las faldas de los otros cerros, con cultivos de nopal, principalmente, y huertas de ciruela por las que se abren caminos aptos para caminatas y bicicletas.
El acceso es un poquito complicado porque los campos de cultivo son propiedad privada, pero nosotros, como touroperadora, ya tenemos el permiso del propietario para operar dentro de estos campos.
Desde hace siglos, esta cueva es visitada por la gente del pueblo que sigue escalando el cerro para poner ofrendas, principalmente durante el equinoccio de primavera y el de otoño. Pero además de los granos de maíz, cuidadosamente colocados en forma de círculo, hay veladoras y papeles con peticiones de todo tipo, y no necesariamente positivas.
¿Qué significa Tonantzin?
Tonantzin, en el México prehispánico, era la palabra con la que los mexicas se referían a Cihuacóatl, una deidad femenina cuyo culto se sincretizó con el de la Virgen de Guadalupe durante el régimen español. Cinco siglos han pasado desde la llegada de los españoles, pero la gente sigue viniendo aquí a pedirle favores y encenderle veladoras. Hay, además, algunas figuras grabadas en las paredes, que la gente ha ido tallando a través del tiempo.
¿Cómo puedo visitarlo?
Si te gusta la aventura, el misticismo y la naturaleza, definitivamente tienes que visitar este cerro. Lo mejor es hacerlo de la mano de un guía turístico. Para contactar a Blanca Quintanar, puedes escribir por WhatsApp al teléfono 7351867253, o visitar la página de Facebook Ahuacatl Tours, donde encontrarás más información sobre los servicios que ofrece la touroperadora, cuya sede se encuentra en el Callejón Jiménez, sin número, en el centro de Tlayacapan.