Sobrevive la medicina tradicional

A través de los años, diversas hierbas han sido utilizadas para sanar algunos malestares físicos; incluso hay algunos que, afirman, pueden curar el cáncer y el Sida

Emmanuel Ruíz | El Sol de Cuautla

  · martes 21 de marzo de 2023

La herbolaria siempre ha ofrecido la cura para distintas enfermedades. / Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Durante mucho tiempo, la medicina tradicional fue el principal recurso curativo para las culturas prehispánicas y las generaciones que existieron antes de que se intensificara el acceso a los hospitales y las farmacias, pero hay lugares donde hierbas y pieles de animales siguen ofreciéndose como la cura contra enfermedades como el cáncer o el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

Te recomendamos: El pericón sí funciona como analgésico: IPN

De acuerdo con el fitoterapeuta, Nicolás Pérez, la herbolaria siempre ha ofrecido la cura para distintas enfermedades, pero la diferencia entre un remedio efectivo y la ingesta de una dosis de riesgo radicará siempre en la experticia detrás de quien la receta. Afortunadamente, el número de centros de investigación dedicados a la fitoterapia ha ido en aumento en los últimos años, distribuidos en el sector privado y en las principales universidades del país, incluida la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). En cuanto a las hierberías de los mercados, Pérez señala que no son los mejores lugares para acudir en busca de un medicamento:

“En esos lugares nos quedamos con los consejos de la abuelita, y es ahí cuando falla, porque nuestros antepasados no tenían el conocimiento de cuáles eran los ingredientes activos de cada planta. Las hierberías no es el lugar correcto”, señala el investigador.

A la hora de buscar la cura a una enfermedad en la medicina tradicional, Nicolás Pérez insiste en que lo mejor es recurrir a un fitoterapeuta, quienes se dedican a su estudio de manera científica. Además, con el respaldo de siglos de investigación detrás de algunos de los principales medicamentos de la actualidad, cuyos orígenes se encuentran en la herbolaria, como la aspirina, herencia de la cultura azteca trasladada a Europa y la farmacéutica Bayer.

“Los aztecas tenían escritos donde especificaban cómo extraían la corteza del sauce, que consumían en infusiones, en tisanas. De ahí se extrae el acetilsalicílico, que ahora, de manera química, se extrae como un subproducto de un cultivo de bacterias, pero antes era de la corteza de los árboles”, expone Pérez.

La doctora Kalina Bermúdez, del Centro de Desarrollo de Productos Biológicos del Instituto Politécnico Nacional, también da cuenta de la importancia que han tenido las plantas en el desarrollo de productos químicos en la medicina moderna, partiendo del conocimiento empírico heredado por las culturas prehispánicas hasta nuestros días.

“Las plantas producen metabolitos secundarios para su propia defensa y metabolismo, y estos tienen actividades biológicas que hemos ido descubriendo. Al principio se usaban sin conocer cuál era su función, su beneficio a la salud, simplemente de forma empírica, pero el ser humano encontró que le funcionaban para tal o cual enfermedad, y continuó usándolos”, explica la investigadora, que asegura que la ciencia ha permitido comprobar que la mayoría de remedios preparados con plantas sí tienen propiedades medicinales.

Además del origen de la aspirina, Bermúdez enumera otra lista de medicamentos modernos a partir de la herbolaria, como la efedrina, que se usa en el tratamiento del asma; o el pericón de Yautepec, que tiene propiedades para combatir el dolor.

Todas las curas, en Cuernavaca

El mercado Adolfo López Mateos, en la capital del estado, ofrece a sus visitantes un sinfín de plantas medicinales que prometen ayudar a contrarrestar cualquier malestar. Aquí encontramos a Virginia Guadalupe Pérez, quien afirma, tiene cerca de 25 años en el negocio y se ha ido formando con el paso del tiempo, pues su conocimiento lo ha ido adquiriendo de forma empírica, es decir, que, en todo este tiempo, de todo lo que le comentan sus clientes, se ha adentrado en el mundo de las plantas y hierbas medicinales, así como sus beneficios.

➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

Sus productos son mayormente traídos del Mercado de Sonora, ubicado en la Ciudad de México; sin embargo, dado lo extrañas que pueden llegar a ser, se han vuelto objeto de sospecha entre la gente, pues se asegura que pueden curar enfermedades y más padecimientos, como dolores de estómago, cólicos, así como curar situaciones relacionadas con un mal en los pulmones entre otro tipo de achaques.

Desde 10 hasta los 100 pesos, en la zona de hierberías del mercado ALM puedes encontrar plantas que ayudan para todo y contra todo. Desde tés, hasta algunas que son hechas en tinturas, comestibles, untadas o para baño.

Cola de caballo

Esta hierba ha sido tomada por personas con cáncer en edad temprana. Se toma en té o se bañan con ella. “Había una persona que tenía cáncer de ganglios, entonces ella se llevaba mucho la cola de caballo y así se bañaba con ella directamente, también se la tomaba”, contó entre una de sus anécdotas Virginia Guadalupe Pérez, comerciante del mercado Adolfo López Mateos. Asimismo, se dice que esta hierba es auxiliar en la disminución la retención de líquidos, cálculos renales y para trastornos generales del riñón.

Cortesía | JJ

Para la diabetes

Existen diversas plantas que pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar, según la señora Virginia. La prodigiosa, la cáscara sagrada, el huelhureque, el nim, la moringa, algunas de ellas, y para controlar el azúcar está la tronadora y el guarumo. Pero para ello, la señora Virginia hace una preparación para la aplicación de las hierbas. “Hacemos unas microdosis y ya les decimos, les hacemos una tintura o le hacemos un tecito o la cascarita, les decimos cómo ponérselo y ya les baja el azúcar rápido”, agregó.

Pero también admitió que los cuidados que tenga la gente son fundamentales para mejorar.

Una planta milenaria

Entre las hierbas que tiene Virginia se encuentra el Axihuitl, una planta medicinal milenaria que, según explica, ayuda principalmente a combatir las úlceras estomacales o también curar heridas, incluso, dijo, es mejor que algunos medicamentos que venden en farmacias.

Ésta puede ser ingerida en bebida para combatir las molestas úlceras o se puede hacer gel para aplicar sobre golpes fuertes para sanar. Es una de las plantas “más fuertes”; además a algunas personas, dice, le ha funcionado para curar las enfermedades relacionadas con las vías urinarias o incluso el riñón.

Axihuitl (planta milenaria) / Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Equinácea

Esta yerba está dentro de las más caras. A penas unas pequeñas bolsas se ofertan hasta en 100 pesos, dado que es muy difícil de conseguir y traer a la entidad.

Se dice que esta hierba ayuda a las personas a subir sus defensas y contra el cáncer en sus etapas más tempranas, pero, además, según nos contaron otros hierberos del mercado, ayuda contra la depresión u otras enfermedades, ya que refuerza nuestro sistema inmune.

Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Raíz azteca

Un auténtico sedante que se mastica para aliviar el dolor de muela o para quien padece gastritis.

Nosotros no podíamos irnos sin conocer su efectividad, así que nos animamos a probarla, y por experiencia propia podemos constatar lo fuerte de su sabor al masticarlo e inmediatamente te adormece la lengua. Por eso, como nos explicó Virginia, es importante sólo consumir una pequeña parte y en caso de dolor en la muela masticarlo del lado donde sienta dolor para adormecer un poco la zona.

Al pasarlo, después de tenerlo un buen rato, se siente cómo va durmiendo parte de tu garganta, y a decir de nuestra hierbera, también alivia los malestares relacionados con la gastritis o el reflujo.

Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Víbora de cascabel

Catalogada como una especie en peligro de extinción, la víbora de cascabel es utilizada con fines curativos en el mercado municipal de Cuautla. En lo alto del anaquel de uno de los negocios, la encargada, que rechaza proporcionar su nombre, conserva un ejemplar disecado y, aunque afirma que no está incurriendo en ningún delito, al no ser ella quien lo cazó, reconoce que es uno de los animales que mantiene lejos de la vista de todos, junto con el de un zorrillo.

“La víbora es en tratamiento para el cáncer y todo eso, para cualquier tipo de grano canceroso: úlceras, llagas, es muy buen tratamiento para todo eso”, dice.

En el pasillo, poca es la gente que va o viene, pero la mujer afirma que a través del año ha contribuido a curar enfermedades degenerativas que van más allá del cáncer, incluso el Sida. Al preguntarle sobre aquellas plantas que pueden recetarse para una persona con Sida, prefiere no revelar el secreto.

“No es que sea envidiosa”, afirma.

Con información de Enrique Domínguez



Únete a nuestro canal de YouTube