WASHINGTON. Depresión, ansiedad, estrés: la pandemia de Covid-19 causó una "crisis de salud mental" sin precedentes en todo el continente americano, y llevó a un "alza de la violencia doméstica", alertó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Desde mediados de marzo, cuando el coronavirus irrumpió en la región, muchos han sentido miedo a contagiarse, dolor por la pérdida de seres queridos, incertidumbre sobre el futuro, agobio por las noticias y la desinformación, soledad por aislamiento y el distanciamiento social.
Pero en un continente donde las enfermedades mentales ya eran "una epidemia silenciosa", algunas personas se han visto especialmente afectadas.
Encuestas en Estados Unidos, Brasil y México, los tres países americanos más golpeados por el coronavirus, muestran que aproximadamente la mitad de los adultos están estresados por la emergencia sanitaria. Esto ha incrementado el consumo de drogas y alcohol, lo cual "puede exacerbar los problemas de salud mental", advirtió la OPS.
Además, las medidas para frenar los contagios, sumadas a los impactos sociales y económicos del virus, "están aumentando los riesgos de violencia doméstica".
"El hogar no es un lugar seguro para muchos", subrayó, al señalar una multiplicación de los pedidos de ayuda por abusos en Argentina, Colombia, y México.
El problema podría ser aún más grave de lo que se sabe. Dada la interrupción de ciertos servicios de apoyo y el aislamiento de las víctimas, "es probable que se subestime el alcance real de la violencia doméstica durante la Covid-19", informó.
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