Tener por mascota un robot dejó de ser ciencia ficción hace ya un buen tiempo. Actualmente, las empresas de tecnología mantienen una competencia firme en el desarrollo de productos que puedan sustituir satisfactoriamente el papel de una mascota en el lugar: brindar compañía e interactuar con sus dueños, comportarse como lo haría un perro o un gato de carne y hueso y, además, tener buen aspecto.
A la hora de elegir una mascota, muchos se decantarán por un perro, pero los gatos se encuentran entre los eternos preferidos del ser humano, algo que también ocurre en el mundo de las mascotas robóticas. De todos los productos diseñados para suplir una mascota real, MarsCat y Kiki destacan por ofrecer a los usuarios la inteligencia artificial más desarrollada.
MarsCat
Desarrollado por la empresa de tecnología japonesa “Elephant Robotics”, MarsCat es un gato biónico que busca imitar en la mayor medida posible el comportamiento de un gato real, cuya personalidad se va consolidando conforme interactúa con su dueño: entre más interacción, la personalidad del gato se inclinará hacia su aspecto social, mientras que menos interacción lo harás más independiente.
“Es totalmente receptivo y tiene interacciones sensibles. Puede sentir tu tacto, escuchar tu voz, ver tu cara y jugar con juguetes. Cada MarsCat es único desde sus ojos, cuerpo hasta personalidad, que cambiará de acuerdo con la forma en que lo acaricies”, asegura la empresa establecida en ShenZhen.
Para ofrecer al dueño de cada MarsCat la sensación de que su mascota es única, la compañía no sólo dispone de modelos de varios colores, sino que afirma que cada MarsCat tiene seis caracteres que se pueden cambiar.
“Puede ser entusiasta o distante, enérgico o perezoso, social o tímido”, establece Elephant Robotics.
Kiki
A diferencia de MarsCat, Kiki, desarrollado por la empresa Zoetic AI., no puede desplazarse. En cambio, ofrece una experiencia con el usuario mucho más interactiva y enriquecedora, al abordar de manera más profunda la relación emocional entre mascota y dueño.
“Un procesador integrado de gama alta permite a Kiki ejecutar modelos de aprendizaje profundo para reconocer su rostro y comprender cómo se siente”, promete la compañía, fundada por ingenieros creativos, diseñadores e investigadores de Google, Stanford, Carnegie Mellon y Berkeley.
Kiki no sólo es aplicación de tecnología digital y diseño, sino también de estudios de psicología y comportamiento para optimizar sus aspectos de personalidad. En particular, Kiki, hace uso del modelo sobre tipos de personalidad Ocean, compuesto por cinco rasgos distintos: extraversión, neuroticismo, apertura, empatía y escrupulosidad.