Vivir de los videojuegos puede ser un proyecto de vida muy ambicioso, pero no un futuro imposible. En el mundo existen claros ejemplos que demuestran que quienes se toman en serio el mundo de los deportes electrónicos pueden avocarse a él de forma profesional, aspirando a premios y ganancias económicas reales, siempre que se esté dispuesto a recorrer un camino lleno de retos.
Leonardo Montes de Oca lo tenía claro desde hace tiempo: al descubrir las posibilidades de construir un futuro como jugador profesional de League of Legends (LoL), alejó toda posible duda y se enfocó en un propósito claro: vivir de sus sueños. Leonardo Montes tiene 23 años y es de Cuernavaca, Morelos. Lleva cuatro años jugando LoL, uno de los videojuegos fundamentales del mundo de los esports, y desde hace una semana es capitán de un equipo nuevo que aspira al terreno profesional.
“Los integrantes del equipo nos hicimos esa pregunta: ¿qué harías si tuvieras el trabajo de tus sueños? Yo sí tomaría los esports”, dice Leonardo, rotundamente.
El lanzamiento del equipo “MX Wolves” se llevó a cabo en el marco del Día mundial del gamer, celebrado el 29 de agosto pasado, con una primera transmisión en Twitch de la mano del caster “Potro Roomie”, colaborador del grupo, y unas primeras partidas dentro de la Liga Intercolegial de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Parecería sencillo, pero no lo fue.
En primer lugar, quien decide abrirse un camino como jugador de esports puede encontrarse con un primer obstáculo en la familia, pues no todos los padres están listos para comprender a un hijo con estas intenciones.
“Hay algunos que así les ocurre y es difícil hacer cambiar ese punto de vista y esa forma de ver las cosas”, explica Leonardo.
Luego viene algo todavía más complicado: hacerse del apoyo de amigos con los mismos sueños, y colaboradores (entrenadores, casters, encargados de redes sociales) que estén dispuestos a dar un salto de fe, especialmente durante las primeras semanas o meses, cuando la paga puede ser escasa o, incluso, nula.
Piezas clave de un equipo de eSports
Desde luego que un equipo de esports en LoL se luce por la calidad de sus jugadores, pero estas cinco personas son apenas la punta del iceberg de todo el equipo de seres humanas que estarán detrás de sus victorias y derrotas en ligas y competiciones profesionales. A la hora de entrenar y jugar, un equipo debe contar con un par de roles fundamentales para el rendimiento del equipo, además personal dedicado a las redes sociales:
Entrenador: El trabajo de un entrenador (o equipo de entrenadores) es fundamental. Para Lucas Rojo, un conocido streamer de Fortnite y que también se ha desempeñado como entrenador en LoL, el trabajo de entrenador es una responsabilidad. “Es gestionar a un grupo de personas, jóvenes en su mayoría, y tratar de generar sinergias entre ellos. Para mí siempre ha sido tratar de enseñarles a ser personas antes de ser jugadores”, relataba en una entrevista a Movistar eSports en 2017.
Analista: El trabajo del analista (o grupo de analistas, según se requiera) en los deportes electrónicos consiste en desmenuzar toda la información que se pueda obtener de partidas propias, de rivales o del meta. Con esta información se realizan reportes sintetizados que habrán de exponerse en las reuniones del cuerpo técnico, donde, junto con los entrenadores, deben tomarse decisiones técnicas generales sobre el rumbo del equipo.
Además de estos dos roles, “The Global Esports Academy”, un grupo referente en España de aprendizaje y perfeccionamiento deportivo, propone un cuerpo técnico ideal encabezado por un entrenador o jefe, cuyo trabajo será reforzado por un segundo al mando o manager. El esquema se subdivide en un “grupo de área de datos + técnico – táctica”, con un área de microanálisis y un área técnica; un área de salud y un área estratégica. A la cabeza, el entrenador o jefe tiene a su mando al resto de áreas; lo mismo el segundo al mundo, quien puede estar a cargo de todas, excepto la del entrenador o jefe.
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