Llegar a los Túneles de Zapata no es tarea fácil, pero el destino vale la pena. Este conjunto de túneles, situados en un camino que atraviesa El Huajar, en Anenecuilco, fue realizado a principios del siglo XX por orden de Vicente Alonso Simón, dueño de la Hacienda “La Concepción”, en el poblado de El Hospital, en Cuautla.
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Su propósito era facilitar el transporte de caña de Anenecuilco a Cuautla, pero hoy es un destino frecuentado por los amantes del senderismo y, sobre todo, del ciclismo.
¿Cómo llegar a los Túneles de Zapata?
Desde Cuautla
Ya sea que quieras llegar caminando o en bici, hay dos formas de hacerlo. Si estás cerca de Cuautla puedes empezar tu travesía desde la avenida José María Morelos y Pavón, que inicia en la exhacienda de El Hospital.
Esta ruta propone un camino recto, de terracería, que atraviesa por minas de las que se extrae grava y algunos cultivos. El camino te llevará directamente hasta el inicio de la ruta de los túneles, atravesando cuatro de estas estructuras que se han conservado con el paso del tiempo.
Desde Ayala
Si estás en Ayala, lo más recomendable es cruzar el camino que inicia en la colonia Olintepec, específicamente en la avenida Triunfo, que te conducirá por entre los cultivos de caña que reverdecen la zona en esta época del año, con paisajes que harán que te quieras detener a cada momento para tomar fotografías del campo.
Ve con cuidado y las previsiones necesarias: si vas a pie, lleva gorra o sombrero, así como suficiente agua y alimento, porque en cualquier momento necesitarás hidratarte y comer.
Si vas en bicicleta, hazlo con casco, guantes y los elementos de protección como rodilleras y coderas porque el terreno es pedregoso. Con base en el recorrido que hicimos para llegar, de alrededor de 45 minutos, procura llevar al menos dos litros de agua. Créeme: menos no será suficiente.
¿Por qué se llaman Túneles de Zapata?
De acuerdo con el historiador Enrique Anzures Carrillo, quien además es ciclista, la relación entre los túneles de Zapata y el Caudillo del Sur está solo en el nombre, ya que Zapata no los mandó a hacer. Fue el hacendado Vicente Alonso Simón quien financió la construcción de vías férreas entre los cerros para el transporte de caña, frijol, maíz, verdura y frutas en los pequeños trenes de Decauville.
Al llegar a los túneles aún es posible apreciar las marcas del humo en la parte alta y los cortes en las piedras que seguramente fueron causados por los explosivos usados para abrir el cerro, aunque el historiador considera que también se usaron barretas:
“Los túneles se hicieron para transportar la caña de los campos de El Huajar hacia la hacienda de El Hospital. En uno de ellos se aprecian marcas de barreta”, dice Enrique.
Sin duda, un trabajo que requirió de mucha fuerza y perseverancia, pero cuyo resultado facilitó el auge de la hacienda de El Hospital, que llegó a ser una de las más productivas del país. Actualmente los túneles están en desuso y la caña es transportada en camiones que ruedan a través de los caminos de terracería que están en la parte baja. Día tras día. Hora tras hora.
Ruta ciclista en los Túneles de Zapata
En los últimos años, los Túneles de Zapata han adquirido una nueva relevancia gracias a las actividades organizadas por los clubes ciclistas de la región, para quienes recorrerlos en bici se ha convertido en un reto.
De hecho, existe un evento anual que lleva el nombre de “Reto Túneles”, que invita a los deportistas a retarse a sí mismos recorriendo el sendero con apoyo de varias asociaciones civiles.
Esto ha permitido que la ruta esté delineada con flechas trazadas en algunas rocas del camino, lo que es un gran alivio a la hora de orientarse al ascender y descender de los túneles.