La infancia mexicana de los años 90 buscaba mil y una formas de divertirse. Y entonces la empresa Sabritas vio una oportunidad y creó lo que hasta la fecha sigue siendo uno de los pasatiempos favoritos de chicos y grandes: los Tazos.

Este "juguete" circular, plano y de plástico, era el favorito de niños y adolescentes. Incluso coleccionarlos se volvió un pasatiempo para algunas personas.

Jugar con ellos era toda una experiencia, desde la incertidumbre de no saber qué diseño saldría en las bolsas de papas fritas, hasta acumular los suficientes, hacer torres y voltear la mayor cantidad; esto representaba horas de diversión con los amigos e incluso dolor al perder el más valioso de la colección, o la victoria de llegar con algunos cuántos y retirarte con los bolsillos llenos.

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José Pepe Juárez Urbina, coleccionista de Tazos y demás piezas retro, cuenta que la primera colección que sacó Sabritas data de principios de los años 90 y tuvo como protagonistas a los Looney Tunes.

“Fue un regalo para atraer a los niños de los 90. Si mi memoria no me falla se anunciaba por allá de 1994 en la televisión. Había fervor en los niños para saber qué era, mi primo y yo nos juntábamos los domingos para ir a la tienda de Don Toño, en los Robles de Jiutepec, a comprar varias bolsas de papas y un Frutsi y así abrir todas las bolsas y ver qué Tazos nos salían”.

Narra que en la primera colección salieron los sabritazos, con 100 piezas, los cuales incluían diferentes tipos, desde los clásicos, supertazo y mastertazo. Ese mismo año salió la de los Tiny Tunes, que constó de 124 Tazos, llamada Tazos prendidos, incluía los clásicos y los súper que tenían movimiento lenticular, de ellos se derivaron los que giraban como pirinola.

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Esa década fue la época dorada de los Tazos, ya que un nuevo fenómeno comenzaba para la industria de la mercadotecnia, y es que a la fecha hay piezas de la primera colección que llegan a valuarse desde 100 hasta los tres mil 500 pesos.

Pepe menciona que la mayoría de los artículos que vieron la luz antes de la época de los 2000, actualmente han adquirido, además de mayor costo económico, un valor sentimental muy grande.

A lo largo de casi tres décadas han salido diversas colecciones, como Pokémon, Caballeros del Zodiaco, Yu-Gi-Oh!, Los Simpsons, Nickelodeon, Digimon, Medabots, Mucha Lucha, El Tigre, Disney con Dino Tazos de Aladar, Angry Birds, Pacman, por mencionar algunos.

“Con el décimo aniversario se metieron nuevos productos, pues además del Tazo clásico se sumó el Shiny, con relieve, Antique y Metalics”, explica.

Agrega que con la llegada de los Dino Tazos, aquellos que se caracterizan por tener colores fluorescentes, la dinámica de juego cambió, pues en vez de voltearlos en una torre se tenían que sacar de una zona, sin embargo, esta modalidad no tuvo mucho éxito.

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Asegura que Pokémon versión uno, Dino Tazos y Nickelodeon tenían un catálogo de las piezas con las que contaba cada colección, el cual se adquiría con los proveedores de las tiendas de abarrotes.

Asimismo, había colecciones más grandes como la de Los Simpsons con más de 300 ejemplares, y es que se hicieron tantos que al día de hoy muchos coleccionistas desisten de completar toda la serie. “Hay Tazos nostálgicos que nos valen mucho y hay otros que por su rareza valen todavía más", expresa Pepe.

Añade: "La mayoría de los coleccionistas intentan acabarla (colección de Los Simpsons), pero se frustran de que no pueden hacerlo. Yo les digo que tengan calma y a veces pagan en exceso con los revendedores, dan precios demasiado elevados incluso en las páginas los duplican y hasta triplican el precio”.

Sin embargo, este fenómeno no fue algo propiamente mexicano, sino que fue tal su impacto que otros países replicaron los Tazos, algunos incluso solo son vendidos para coleccionar y no para jugarlos.

“Se acuñó en México, pero también hay alrededor del mundo, hay en Sudamérica, Argentina,Brasil, Guatemala, Perú,Colombia, en España se llaman Matutazos, en Inglaterra, con Frito Lay, en Asia… En diferentes partes del mundo”.

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