¡No estoy llorando, se me metió un recuerdo en el ojo! Y es que recordar, como bien dicen, es volver a vivir. Pero cuando se trata de nuestra infancia es imposible que no soltemos una que otra lágrima.

Y justo hoy recordamos aquellos juegos infantiles que jugábamos con nuestros hermanos, primos, compañeros de escuela o vecinos al terminar las tareas porque, de lo contrario, no teníamos permiso de nuestros padres.

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Quizá las nuevas generaciones hayan escuchado hablar de estos juegos o tal vez les suenen aburridos, pero para la vieja escuela significaban horas y horas de diversión. Imagínate, si nos daba sed nos aguantábamos las ganas porque si entrábamos a la casa a tomar agua tal vez ya no regresábamos.

¡Qué buenos recuerdos! Por eso a continuación te contaremos de aquellos juegos de la infancia que se han quedado en nuestra memoria y corazón.

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Juegos de la infancia

• El resorte: Un juego que se trataba de brincar un resorte. Para ello había diferentes reglas, por ejemplo con un pie adentro y otro afuera. O saltar con ambos pies hacia adentro sin tocar el resorte.
• Marinero que se fue a la mar: Se podía jugar entre dos e incluso más personas. Mientras se entonaba la canción de Marinero que se fue a la mar y mar y mar... los jugadores chocaban las palmas de las manos ya fuera de arriba hacia abajo. Podía iniciar lento y avanzar de forma rápida sin equivocarse.

• Policías y ladrones: Se trataba de que los participantes se dividían en dos bandos; uno de policías y otros de ladrones. Básicamente los primero correteaban a los segundos y obviamente estos no debían dejarse atrapar.
• Avioncito: Con un gis se dibujaba una especie de avión en el piso. Cada casilla lleva un número y lo debes recorrer brincando con un solo pie, o dos cuando las casillas están juntas.

• Cebollitas: Uno de los participantes se abrazaba a un poste, seguido de otros y otros hasta formar una especie de cadena. El reto era que el último debía jalar a todos para que se desprendieran del poste.
• Stop: Para este juego los participantes deben colocarse alrededor de un círculo dibujado en el piso. Y en su lugar deben escribir un tema acordado, por ejemplo, nombres de países, frutas, animales. Una persona debe decir: "Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es...". Acto seguido todos corren menos el nombrado, pues debe entrar al centro del círculo y gritar "stop" para que todos se detengan y luego advinar cuántos pasos debe dar hacia uno de sus compañeros.
• La víbora de la mar: Se trataba de formar una fila de niños, uno tras otro tomándose de los hombros. El reto era no ser atrapado al pasar por un arco que formaban dos más con los brazos. Actualmente es juego tradicional en las bodas.

• Teléfono descompuesto: Consistía en pasar un mensaje al odio entre varios niños, pero jamás llegaba correcto. Y eso era muy divertido.
• La cuerda: Se trataba de brincar una cuerda sujetada por dos niños, la cuerda se hacía girar de modo que pasaba debajo de sus pies y sobre la cabeza. El reto era no perder el equilibrio.
• Listones: ¿Qué quería? Un listón. ¿De qué color? En este juego se elegía a un niño como comprador y otro como vendedor. Los demás serán listones y se traba de adivinar el color para atrapar al niño elegido por su color de listón.

Estos son algunos juegos de nuestra infancia que de seguro jugaste con tus amigos por las tardes o incluso en el recreo escolar. Viven y vivirán en nuestra memoria porque nos hicieron pasar momentos muy divertidos y cargados de adrenalina. ¿recuerdas algún otro?