La identidad de género es una característica con la que no se nace, pero que cada persona exterioriza tan pronto tiene manera de expresarse, por lo que en muchos congresos estatales impulsan la aprobación de reformas que garanticen a las infancias trans los mismos derechos de poder cambiar sus actas de nacimiento de acuerdo con la identidad de género con la que se identifiquen.
La identidad de género se refiere a la vivencia interna e individual del género como cada persona la experimenta, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia del cuerpo, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El derecho a la identidad es el primer derecho fundamental, inherente a todas las personas por el solo hecho de existir, y es la base para que la persona ejerza sus demás derechos. La identidad incluye el nombre, apellido, fecha de nacimiento, sexo/género y la nacionalidad de una persona. La identidad de género forma parte del derecho a la identidad, cuestión que ha sido reconocida en instrumentos internacionales del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
De acuerdo con la Asociación por las Infancias Transgénero, es de vital importancia reconocer el género de una persona transgénero en el documento de identidad, a cualquier edad en la que la persona tenga conciencia de ello, es decir, el documento de identidad siempre esté adecuado a la vivencia personal.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación establece que la identidad de género se desarrolla entre los 18 meses y los tres años; la Asociación por las Infancias Transgénero refiere que la identidad de género es una característica con la que no se nace, pero que cada persona exterioriza tan pronto tiene manera de expresarse. En el mismo sentido, los registros de la A.C. revelan que el rango de edad en el que las personas expresan su género es entre los tres y los cinco años, pero que incluso desde antes ya tienen una idea bastante clara de quiénes son.
Señalan que la identidad de género en niñas, niños, niñes y adolescentes transgénero se tardan en expresarlo, entre otras cosas, porque las familias, educadas generalmente bajo un esquema binario y cisnormativo, se vuelven el primer obstáculo para su libre expresión, negando el conocimiento que tienen sobre su persona y tutelando su experiencia de vida, o bien, tienen una imposibilidad contextual y vivencial para entender la expresión de dicha identidad de género.
Cuando están por iniciar la primaria, afirman, las niñas, niños, niñes y adolescentes trans, ya tienen identificado su género.
De acuerdo con el reporte de Resultados de la Consulta Infantil y Juvenil del 2018 en México (Instituto Nacional Electoral 2019), 58 mil 99 de las cinco millones 671 mil 384 personas de entre seis y 17 años de edad que fueron encuestadas, respondieron con un marcador de no identificación con el género asignado al nacer. Del universo de personas encuestadas en el rango de seis a nueve años, el 36.4 por ciento ha experimentado trato agresivo en sus escuelas y el porcentaje sube a 44 por ciento en el rango de 10 a 13 años.
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